sábado, 18 de abril de 2015

La Nueva Empleada [Capítulo 19]

Lucía en ese momento saca algunos dólares y se los arroja en la cara a Nicole. Todos se sorprenden.



Lucía: ¿No necesitas dinero? (Sonriéndole)

Carmen: ¡Por Dios! (A Lucía furiosa) ¿¡Cómo puedes despreciar dinero tirándolo al piso!?

Sin darse a la espera, Carmen recoge los billetes del suelo. Lucía y Nicole se miren fulminantes. Ricardo se levanta lentamente de la banca, sospechando que habrá una pelea. Nataly, Paty y Antonia guardan silencio.

Nicole: ¿¡Cómo te atreves maldita atrevida!?

Nicole le tira el vino de la copa a Lucía en el rostro. Ésta sonríe con cinismo.

Lucía: ¡Sabe delicioso el vino, querida! (Sonriendo) Pero es mejor que no lo desperdicies… ¿Qué tal si se te acaba? ¿Con qué dinero vas a comprar más?

Lucía le sonríe una vez y se marcha de allí. Nicole tiene los ojos vidriosos pero al mismo tiempo, expresa furia. Carmen termina de recoger los billetes y cuenta cada uno de ellos mientas silba cómicamente. La mujer se los guarda detrás del brasier. Nataly toma a Nicole del brazo y comienza a llevársela.

Paty: ¡Esto se puso ardiente, boludas! ¿Vieron el rostro de esa vieja gallinazo? ¡Iba a llorar!

Antonia: Pero también está furiosa. Me sorprendió la valentía de Lucía en tirarle el dinero en la cara.

Carmen tiene una gran sonrisa en su rostro y se organiza el cabello. Ricardo suspira pensativo. 

AL DIA SIGUIENTE
EDIFICIO DE PRÉSTAMOS
ESTABLECIMIENTO DE FERNANDO

Fernando está en el escritorio de la oficina de su establecimiento. La misma detective encubierta de civil está frente a él insistiéndole que le compre el billete de lotería.



Fernando: Lo siento señorita. Este lugar es sólo un depósito y también hago préstamos de dinero.

Detective: Por favor señor… Mi familia tiene una gran deuda. Necesitamos pagar una cuota de dinero muy alta. Cómpreme el billete de lotería.

La detective saca de su bolso el billete de lotería y se muestra a Fernando. El billete es falsificado.

Fernando: No son más de mil dólares. Es poco dinero.

La muchacha asiente con la cabeza. Fernando se queda pensativo. Más tarde, se ve como hay una máquina contadora de dinero encima del escritorio.

Fernando: Después del contrato, no podrá arrepentirse. ¿Entendido?

La detective asiente con la cabeza. De repente, varios policías abren la puerta de forma brusca y les apuntan a Fernando y a los guardaespaldas de él, quienes levantan las manos. Fernando nervioso se mete el billete de lotería en la boca para que no haya suficientes evidencias de que iba a comprarlo, pues el haber caído en la trampa de la detective no es suficiente para encarcelarlo.

Fiscal: (acercándose a Fernando) ¡Queda detenido por compra ilegal de billetes de lotería!

La detective se acerca y con gran habilidad, acuesta la cabeza se Fernando en el escritorio y logra que él escupa el billete de lotería.

Detective: ¡Esto se va a usar en su contra!

VECINDARIO STREET WINKLENT
CASA MORALES
SALA

Nataly y Braulio están sentados en un mismo sofá en la sala de la casa Morales, mientras Rogelio y Alejandro se encuentran tomando asiento en un sofá opuesto.



Rogelio: No me esperaba su visita hoy, señor Braulio (sonríe con astucia). ¿Necesita más dinero? ¿O vino a jugar cartas?

Alejandro (molesto): Papá, por favor…

Braulio: No, señor Rogelio (serio). Sólo vine a decirle a Nataly, a usted y al joven Alejandro, que dejaré las apuestas. No volveré a jugar más.

Nataly: ¿Estás hablando en serio, papá? (Sorprendida)

Rogelio: ¡Es una gran novedad! ¿Se va a dedicar a buscar trabajo? (Después de una breve pausa). Alejandro, creo que podríamos contratarlo como el mayordomo. Así padre e hija estarían juntos (sonríe)

Alejandro: Eso es imposible, papá. Recuerda que estamos casi en bancarrota y…

Rogelio golpea levemente en el brazo a Alejandro y lo mira fulminante, pero luego cambia su mirada hacia Braulio y sonríe.

Braulio: La verdad no entiendo por qué Nataly continúa trabajando en esta casa. Debería ir a disfrutar de la larga vida que le queda (Nataly se desconcierta). Yo siempre le he dado preocupaciones. No quiero seguir causándole angustias y problemas ni mucho mejor, disfrutar de su dinero.

Nataly se sorprende al igual que Alejandro. Rogelio sonríe incrédulo. Nicole en ese momento empieza a entrar a la sala, pero se detiene por la conversación de Rogelio y Braulio.

Rogelio: ¿Dinero? ¿De qué habla, señor Braulio?

Braulio: Mi hija… (Después de una leve pausa) Mi hija se ganó el primer lugar de la lotería.

Rogelio frunce el ceño y su sonrisa se borra del rostro. Nataly se sorprende por la confesión de su padre. Nicole también se sorprende.

Braulio: Sólo quiero señor Rogelio, que usted acepte a mi hija como la mujer de su hijo.

Rogelio se levanta del sofá y le hace una seña a Alejandro para que lo siga. Un par de minutos después, ambos llegan al estudio de la casa.



Rogelio: Si es cierto lo que dice ese señor, ¿cuánto dinero ganó específicamente la sirvienta?

Alejandro (serio): Ganó el premio mayor de la lotería. Es mucho dinero, ¿no? (Después de un momento) Pero bueno… El dinero total es de diez millones de dólares.

Rogelio (muy sorprendido): Diez millones… ¡Vaya! Entonces tú lo sabías desde un principio.

Rogelio después de unos segundos, empieza a reír a carcajadas. Alejandro se pone molesto pero a la vez, se extraña por la risa de su padre.

Rogelio: Has estado detrás de la empleada por todo su dinero. ¡Éste es mi hijo! (Continúa riendo)

Alejandro se sorprende por lo que Rogelio asegura. Por otra parte, Nataly y Braulio salen de la casa y se detienen en el jardín.



Braulio: Lo mejor es que esta gente esté al tanto de todo tu dinero. No creo que quieran seguir humillándote.

Nataly: Ahora que vas revelado ese gran secreto, ¿quieres decir que van a aceptar mi relación con Alejandro sólo porque tengo mucho dinero?

Braulio: (voltea el rostro) Aunque suene muy feo, es la realidad. Lamento si hice mal en confesarlo, Nataly…

Nataly abraza a su padre con los ojos vidriosos. Él se desconcierta.

Braulio: ¿Por qué me abrazas, Nataly?

Nataly: Si vuelves a jugar cartas y a apostar tu dinero, estarás muerto (sonríe en medio de lágrimas discretas).

En ese momento, Alejandro también sale de la casa. Nataly y Braulio se separan.



Alejandro: Disculpen… Mi padre quiere hablar contigo, Nataly.

Braulio: Ve hija, quizás funcionó aquello… Yo me iré ya.

Alejandro: No es necesario señor, puede quedarse. No creo que papá y Nataly se tarden mucho.

Braulio se queda pensativo.

ESTACIÓN DE POLICÍA
OFICINA

Un fiscal de la estación de policía está interrogando a Fernando, ambos sentados frente a frente. Un policía espera a Fernando estando por detrás de él.

Fiscal: ¿De dónde consigue tanto dinero? Si es prestamista e incluso compra billetes de lotería de forma ilegal, debe de tener muchísimo dinero, hasta el punto de convertirse en el hombre más rico de la ciudad. ¿No cree?

Fernando guarda silencio y el fiscal sigue interrogándolo.

Fiscal: La persona que lo denunció, preguntó si los compradores del billete de lotería saldrían afectados. Es obvio que el anónimo denunciante es uno de sus clientes. Tuvimos que aclararle que los vendedores del billete de lotería, no saldrían afectados, pero es mentira (Fernando se sorprende). ¿Quiénes son sus clientes?

VECINDARIO STREET WINKLENT
CASA MORALES
SALA

Nataly, Alejandro, Nicole y Rogelio están sentados en distintos sofás de la sala.



Rogelio (a Nataly): Que tengas más dinero que nosotros, no significa que estés en un nivel superior al de nosotros. No dejas de ser hija de una sirvienta y de un apostador. Sigues estando muy abajo, Nataly.

Nicole: Hace un momento, hablé de esto con Rogelio. Te vamos a aceptar si usas tu dinero como dote matrimonial (Nataly y Alejandro se sorprenden).

Alejandro: (levantándose del sofá molesto) ¿Cómo pueden estar diciendo esto?

Nataly: Por favor vuelve a sentarte, Alejandro (éste se sienta). Ya que ustedes han sido tan directos conmigo, yo también lo seré… Si tengo que usar todo mi dinero para que ustedes me acepten, preferiría dárselo a mi padre para que juegue cartas (derramando varias lágrimas)

Nicole (sorprendida): ¿Dices que estamos por debajo de tu padre?

Nataly: Mientras mi padre usa el dinero para apostar, ustedes están usando a su hijo para robarme.

Rogelio (furioso): ¿¡Robar!? ¿¡Cómo te atreves, sirvienta!?

Nataly se para del sofá y se empieza a ir. Alejandro la sigue.

Nicole: ¿Cómo es posible que la sirvienta nos trate así? ¡Es increíble!

Rogelio: No creo que quiera irse de esta casa así como así. Al parecer quiere “jugar” con nosotros (sonríe con malicia)

Nataly llega hasta la parte exterior de la casa. Alejandro se acerca a ella.



Alejandro: Nataly, deberías hacer lo que tu padre dice. Vete de la casa. No puedes seguir permitiendo que te traten tan mal. Así no te acepten, soy mayor de edad para dejarme manipular de ellos.

Nataly: Tus padres sólo quieren mi dinero. Eso está más que claro.

Nataly se limpia las lágrimas y se dirige hacia adelante, yendo tras una banca del jardín en donde Braulio está sentado. La muchacha se sienta al lado de su padre.

Nataly: Rogelio Morales y la señora están felices, papá (miente)



Braulio: (sonríe sorprendido) Que bueno hija, ¿pero por qué lloras?

Nataly: Estoy también muy contenta por lo que dijiste hace un rato, de que no apostarás más... Papá, quiero darte algo de dinero.

Braulio: No, hija... Por favor no me tientes (sonríe)

Nataly: Sólo va a ser un poco. Confío en que no lo malgastarás (también sonríe)

MÁS TARDE
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CASA DESCONOCIDA
ENTRADA

Carmen abre la puerta de su casa y en frente suyo está Paty muy asustada.



Paty: Che, boluda. Me acabo de enterar que mi patrón está detenido en la cárcel.

Carmen (sorprenda) ¿Ya lo encarcelaron? Lo sospechamos Antonia y yo porque Lucía nos comentó algo. No te preocupes, nosotras no quedamos afectadas.

Paty: ¡Están equivocadas! Fernando me pudo llamar y me pidió que las informara a ustedes de que sus clientes también son partícipes del caso de la compra de billetes de lotería ilegal. ¡Ahí nos incluimos nosotras, boluda!

Carmen se sorprende.

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CASA MORALES
HABITACIÓN CONYUGAL

Nicole está sentada en la cama viendo las noticias en un canal de televisión.

Periodista: Fernando Torres fue encarcelado por compra ilegal de billetes de lotería. Su pena podría ser menor, pero hasta el momento, no ha querido colaborar con la justicia. Y en otras noticias...

Nicole se sorprende por lo que escucha en el noticiero.

CÁRCEL
CUARTO DE VISITAS

Fernando ocupa una mesa en un cuarto de visitas de una cárcel de Miami. Lucía llega y se siente frente a él seria.



Fernando: (sonríe) Has venido...

Lucía (seria): ¿Para qué me llamó, señor?

Fernando: Sé que no trabajas para mí después de haber renunciado por tu cuenta, pero por favor, entra a mi habitación, dirígete al cuadro más grande que veas, retíralo y abre la caja fuerte.

Lucía: ¿Para qué?

Fernando: La persona que me denunció no sabía que mis clientes quedarían como mis cómplices.

Lucía se sorprende, pues denunció por venganza a Fernando, pero no se imaginó que sus amigas también podrían estar perjudicadas.

Fernando: En mi caja fuerte guardo una libreta que contienen los nombres y transacciones de los clientes. Si la escondes, la policía no la encontrará y así se salvarán ustedes y en parte yo, porque no habrían evidencias que demostraran que llevo mucho tiempo en este negocio, por tanto se me quitarían algunos años de cárcel.

Lucía se queda pensativa.

Fernando: La contraseña de la caja fuerte es... Los primeros tres dígitos del teléfono de la casa, los dos primeros números de mi celular, los dos del final y los cuatro dígitos centrales. Es todo. Por favor Lucía…

Lucía: ¿Acaso usted confía en mí? Me voy ya...

Lucía se levanta y se acerca al guardia que está en la entrada de la puerta. Fernando suspira preocupado.

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CASA MORALES
ENTRADA

Nataly abre la puerta de la casa Morales. Carmen se ve preocupada.



Carmen: Nataly, Fernando está en la cárcel por compra ilegal de billetes de lotería. ¡Nosotras podríamos estar perjudicas!

Nataly se sorprende por lo que Carmen le confiesa. En eso, oye el llamado de Rogelio.

Nataly (apurada): Luego hablamos, Carmen.

Nataly le sonríe a Carmen y cierra la puerta. La muchacha se acerca a Rogelio.



Rogelio: Necesito hablar contigo. Tráeme un café al estudio.

Nataly asiente con la cabeza asustada. Unos minutos más tarde, se ve como Rogelio está en su escritorio. Nataly llega con una taza de café y se la entrega.



Rogelio: Seré directo. ¿Te ganaste la lotería tú sola?

Nataly: No, señor. Yo y mis amigas somos las dueñas del dinero.

Rogelio: Está bien. Haz una cena esta noche en el jardín y reúne a tus amigas.

Nataly asiente extrañada. Rogelio se toma un sorbo y sonríe con astucia.

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CASA RIVERO
SALA

Teresa está lista para irse a visitar a Alonso. La anciana se despide de su hermana  justo cuando cierra la puerta, Cecilia marca un número telefónico en su celular con rapidez.



Cecilia (seria): Sí abogado Méndez, ya puede venir. La modificación del testamento debe ser hoy mismo (Pausa) Perfecto. Lo espero por media hora (cuelga)

MÁS TARDE
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CASA MORALES
JARDÍN

Un gran comedor está en el jardín de la casa Morales. Rogelio encabeza la mesa. A su lado izquierdo están ordenadamente Nicole, Ricardo, Antonia y Paty. Y en el lado derecho se encuentran Alejandro, Nataly, Lucía y Carmen.



Carmen: (sonríe) Estamos muy contentas de estar aquí. Nos sentimos honradas.

Rogelio: Me enteré que se ganaron la lotería (las empleadas a excepción de Nataly se sorprenden). Felicidades (sonríe mientras aplaude)

Nicole: (sonriendo) La cena de esta noche es para celebrar su triunfo.

En ese momento, un abogado distinto al que llamó Cecilia, se acerca a Rogelio y le entrega el billete de lotería el cual está congelado por la deuda de impuestos de Rogelio.

Lucía: ¿Por qué usted tiene el billete? ¿No debería tenerlo el señor Fernando?

Rogelio: Ustedes le vendieron a él éste billete de lotería. Eso es ilegal (todos se sorprenden)

Ricardo: ¿Pero por qué el tal billete está en su poder?

Rogelio: Fernando me lo dio a cambio de unas piezas de oro y algunas pinturas. El caso es que el dinero de este billete está congelado por mi deuda de impuestos. Quiero hacer un trato con ustedes.

Nicole: La deuda de mi marido es de cuatro millones de dólares. Si ustedes cancelan la deuda, el billete quedará descongelado y de inmediato, Rogelio les pagará a ustedes los cuatro millones que le presten para soldar la deuda.

Carmen: ¿Por qué les haríamos ese favor a ustedes?

Rogelio: Porque recibirían dos millones de más. Osea, invierten entre todas cuatro pagando mi deuda, y yo les doy dos millones de intereses.

Ricardo: ¿Cómo van a estar las empleadas tan seguras de que usted les pagará los seis millones de dólares cuando se descongele el billete de lotería?

Rogelio: Tenemos un abogado presente (sonríe)

Nataly: Yo ya me gasté una parte de mi dinero.

Paty: Che, yo invertí mi dinero en la bolsa de valores.

Antonia: Al igual que yo. Carmen y Lucía también.

Nicole: Es muy simple. Sus acciones se pueden transferir a la cuenta de mi esposo.

Lucía: (levantándose de su puesto) ¿Por qué tratan de convencernos? ¿Pretenden robarnos? De ti Nicole no esperaría menos. ¡Vienes de lo más bajo y como una gata astuta, has logrado escalar a lo más alto!

Nicola: (se levanta furiosa) ¿Cómo te atreves?

Rogelio: (a Nicole) Siéntate cariño. Esta sirvienta no sabe lo que dice.

Lucía: Claro que sé lo que digo. Mejor vigile a su esposa, para que no se vaya a los brazos de otro. Ah, olvidaba que lo ha intentado con Fernando Torres.

Lucía sonríe. Alejandro, Ricardo y el abogado se sorprenden. Rogelio se enfurece incrédulo y Nicole voltea el rostro avergonzada.

Rogelio (enojado): ¡Ya basta! ¿Van a hacer el trato o no? (Todas las empleadas se miran)

Lucía: Lo haremos. Esperamos que el abogado no sea corrupto (el abogado se sorprende).

Lucía se marcha de allí mientras le sonríe a Nicole, quien la mira desafiante.

Abogado: Necesito la firma de la persona que maneja las acciones de todas ustedes.

Ricardo: Soy yo. ¿Desde dónde puedo ingresar a la cuenta de bolsa de valores? (El abogado se acerca y le entrega una tablet)

Rogelio: (sonríe) Siendo así, las acciones de ustedes las empleadas, están a mi poder (a Nataly). Entonces tú no has invertido en la tal bolsa de valores. En un rato le entregarás al abogado el dinero que aportarás para ajustar los cuatro millones. El abogado Martínez se encargará de soldar mi deuda de impuestos. ¿A qué horas podemos ir a reclamar el dinero del billete, abogado?

Abogado: Mañana mismo en las horas de la tarde.

Rogelio sonríe. Por esa misma calle, varios vehículos de policía van siendo conducidos y se estacionan en frente de la casa de Fernando.

Paty: ¡Che, boludos! Debo de irme ya…

Paty se levanta del sillón apurada y se va acercando a los policías. Lucía de lejos alcanza a ver, por lo que también va yendo a la casa de Fernando con rapidez.

Fiscal: ¿Quiénes son ustedes?



Paty: Yo soy la…

Lucía: (la interrumpe) Somos las empleadas de la casa de Fernando Torres.

Fiscal: (le enseña un documento) Tengo una orden de cateo. Cooperen por favor.

Paty asiente con la cabeza y abre la puerta. Lucía ingresa acompañando a los policías, quienes comienzan a desordenar todo en la sala.

Paty: ¡Tengan cuidado, boludos!

Lucía aprovecha la distracción y se dirige al cuarto de Fernando. La mujer cierra la puerta y retira el cuadro grande que está colgado en la pared. Comienza a digitar el número de la caja fuerte que Fernando le indicó. Una vez la abre, saca la libreta y vuelve a cerrar la caja fuerte, poniendo de nuevo el cuadro.

Lucía se dirige a la mesita de noche, busca en los cajones alguna bolsa y logra encontrar una transparente que contiene una caja de fósforos. La mujer saca la caja y la pone en la mesita y luego va al baño de la habitación, destapa el tanque del sanitario  e introduce la libreta en la bolsa transparente y vuelve a cerrar el tanque. Lucía sale del baño y cuando abre la puerta, hay varios policías.



Lucía: Pueden ingresar, por favor… (Sonríe)

Los policías ingresan y comienzan a revolcar todo buscando una evidencia que señale los clientes de Fernando.

Lucía: (pensando: Esto no lo hago por Fernando, sino por todas nosotras… Si estos policías encuentran esa libreta, todas estaremos acabadas)

Lucía sale de la habitación nerviosa. Uno de los policías descubre la caja fuerte, por lo que con ayuda de otros, la abren con varias herramientas.

Policía 1: ¡Metan todo en la caja! ¡Puede haber algo encubierto en las cuentas bancarias y las piezas de oro!

Los demás policías introducen lo que contiene la caja fuerte en una caja grande.

MÁS TARDE
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CASA MORALES
COCINA

Nataly está lavando los platos con unos guantes amarillos. Alejandro ingresa y sonríe.



Alejandro: ¿Temes a que mi padre no te pague el dinero que le prestaste?

Nataly: (negando con la cabeza) No, estoy confiada ya que contrató a un abogado. Creo que ninguna de las empleadas hubiéramos aceptado si tu padre no nos hubiera asegurado dos millones de más.

Alejandro: (sonríe) Seguro…

Nataly: (deja de lavar platos) Oye, ¿no estás enojado conmigo? He dicho muchas veces que no tengo dinero. Te enteraste por mi padre que gané la lotería.

Alejandro: (pensando: De todos modos ya lo había descubierto) Ni te preocupes. No debo enojarme. Son muchas cosas por las que debo disculparme contigo (sonríe)

BUFETE DE ABOGADO

Adriana está frente a un abogado en el bufete de éste.



Adriana: ¡Por favor, abogado! No importa cuánto dinero sea. Ayude a mi padre.

Abogado: Voy a hacer todo lo que pueda. Si la policía no encuentra alguna evidencia que indique que lleva mucho tiempo en el negocio de venta ilegal de billetes de lotería, el señor Torres se quitará algunos años de cárcel. Pero es seguro que se tardará en salir.

Adriana escucha muy preocupada.

AL DÍA SIGUIENTE
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CASA MORALES
ENTRADA

Hay dos autos en la carretera que une a la casa Morales. Nataly, Rogelio, Nicole y Rogelio se dirigen al auto de su familia, pero en eso, Ricardo se les acerca.



Ricardo: Váyanse en mi auto, señor Rogelio.

Rogelio (extrañado): ¿Por qué? Tú y las otras empleadas pueden irse en tu auto.

Ricardo: Pasa… Que no confiamos en usted. ¿Qué tal si en realidad no va a ir a reclamar el dinero del billete y lo del abogado era mentira?

Rogelio suspira molesto.

MÁS TARDE
CARRETERA

La cámara enfoca dos autos. En el primero, se encuentra Alejandro conduciendo. En el lado co-piloto está Nataly y en los asientos traseros, están Paty y Antonia. Mientras que en el segundo auto, está Ricardo conduciendo y a su lado se encuentra Rogelio. Nicole, Carmen y Lucía ocupan los asientos traseros. Nicole mira con desprecio y trata de alejarse un poco de Carmen y Lucía, pues están un tanto estrechas.



Carmen: ¡Nosotras no mordemos, Madam! (Ríe y Nicole voltea el rostro desesperada) ¡Guau!

Esa última palabra de Carmen, sonó como un perro ladrando. Nicole salta asustada. Carmen comienza a reír y Lucía sonríe disimuladamente. 

Rogelio: (a Nicole) ¿Sí trajiste el billete, cariño?

Nicole: (sonríe) Por supuesto que sí…

Nicole saca el billete de lotería de su bolso y ve el número anotado en la parte de atrás.

Nicole: ¿Qué número es este cariño?

Nicole estira su brazo y le muestra el número a Rogelio. Ricardo voltea el rostro curioso y también ve el número. Cuando miran hacia adelante, ven que están a punto de pasarse el semáforo en rojo. Ricardo frena rápidamente y todos se asustan. A Nicole se le desvanece el billete de sus manos y comienza a volar, pues el auto de Ricardo es un coche descapotable. Todos se bajan del auto y en el otro auto hacen lo mismo. Las personas que transitan son empujadas por las empleadas, Alejandro, Ricardo, Nicole y Rogelio. Todos tratan de atrapar el billete saltando hacia arriba desesperados. La pantalla se congela en medio de todos saltando para coger el billete.

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