lunes, 2 de marzo de 2015

La Nueva Empleada [Capítulo 18]



Lucía: Tú estás en mala situación económica y nadie te propone ayuda, ¿verdad? (Él asiente con la cabeza) ¿Desearías unirte a mi venganza?

Ricardo se sorprende por lo que Lucía le propone. Ésta le sonríe.

Lucía: Eres alguien inteligente, que ha manejado muy bien los negocios. Vas a ayudarme a invertir bien mi dinero (Ricardo se queda pensativo).

BANCO DE LA CIUDAD
OFICINA

Ya es tarde. El encargado que atendió el asunto del dinero está hablando por celular con alguien. Es Braulio, al parecer ambos son amigos.

Encargado: ¡No puedo, Braulio! Estoy muy cansado por haber atendido un asunto muy importante hace rato.



Braulio: (en el otro lado de la línea) ¡Vente para el bar!

Encargado: Por favor no insistas (abre los ojos de la sorpresa). Espera… ¿Tu hija es Nataly Molina, verdad? (Braulio se extraña) ¡Claro! Con razón me pareció conocido el apellido de esa muchacha.

Braulio: ¿Qué tiene que ver mi hija contigo? ¿Cómo se conocieron?

Encargado: Ella y otras mujeres están involucradas en una gran cantidad de dinero (Braulio se sorprende). No sé dónde sacaría dinero tu hija y sus amigas. Aunque al final, las amigas de Nataly resultaron ser unas ladronas y casi nueve millones de dólares fueron depositados a la cuenta de Nataly.

Braulio queda completamente sorprendido.

MÁS TARDE
VECINDARIO STREET WINKLENT
SALA

Sosteniendo una bandeja que contiene dos tazas de café, Nataly se las entrega a Nicole y a Rogelio. Éstos dos están sentados juntos en un sofá. Alejandro también está presente.



Rogelio: Quiero conocer a tu papá, Nataly.

Nataly (sorprendida): ¿Cómo dice, señor?

Rogelio: Prepara una excelente cena para mañana y trae a tu padre.

Nicole (sorprendida): ¿Qué dices, cariño? ¿Por qué lo deseas conocer? ¿Acaso aprobarás una relación entre Alejandro y la empleada?

Rogelio (sonríe con malicia): Sólo quiero saber quién es (a Nataly). No lo olvides (bebe un sorbo de café).

Nataly asiente con la cabeza muy incómoda y se retira de la sala.

AL DÍA SIGUIENTE
ESTACIÓN DE POLICÍA
CELDA

Mientras Paty y Antonia están sentadas en el piso, Carmen se encuentra acostada en las piernas de ellas dos.



Carmen: ¿Por qué no quieren llamar a sus familiares, chicas?

Paty: ¡No seas boluda, vieja! (Se cruza de brazos) Mi familia está en Argentina. ¿Cómo los contacto fácil?

Carmen: (levantándose molesta) ¿¡Pero qué te has creído!?

Antonia (sorprendida): ¡Miren!

Antonia les señala y ven al frente de la celda a Lucía con una mirada seria. Las tres empleadas se pegan a los barrotes con una mirada de tristeza.

Carmen: ¡Por favor sácanos de aquí, Lucía! ¡Nos estamos muriendo!

Paty: ¡Sí, boluda! ¡Por el papa de mi país, sacános de aquí!

Antonia: Nos repartiremos todas juntas la misma cantidad de dinero y seremos felices.

Paty: ¡Por supuesto! ¡Tené compasión principalmente de Carmen que está en sus últimos días!

Carmen abre los ojos de la sorpresa. Lucía sigue estando seria.



Lucía: Ustedes traicionaron a Nataly y al mismo tiempo a mí. No cumplieron con su promesa de darme un millón (se voltea dándoles la espalda)

Carmen: Como dijo Antonia, sácanos de aquí y nos daremos la misma cantidad de dinero. A Paty, Antonia, a ti y a mí nos toca de a dos millones, mientras que a Nataly un millón setecientos mil porque ella ya se gastó cierta parte.

Carmen, Paty y Antonia: (al unísono) ¡Por favor!

Lucía se queda indecisa. Afuera de la estación de policía, están Nataly y Ricardo conversando. Ya han pasado varios minutos.



Nataly: ¿Entonces ya estás enterado de que tengo dinero? (Sorprendida)

Ricardo: Fui ayer al banco y logré escuchar y ver cuando se llevaban a las empleadas. Lucía me explicó todo. Con tanto dinero, ¿por qué sigues en la casa de Rogelio Morales? Si quisieras, podrías informarles la gran cantidad de dinero que tienes y no recibirás más malos tratos.

Nataly: ¿Osea que esa familia sólo me respetaría al saber que soy millonaria? Por favor no le digas a nadie que tengo dinero.

Ambos ven como Lucía sale de la estación un poco seria.

Ricardo: ¿Entonces no retirarás la denuncia, Lucía? (Ella guarda silencio) Ya pasaron una noche aquí encerradas.

Nataly: Aunque se lo merecen, creo que ya fue suficiente lección.

Las tres empleadas salen de la estación sonriendo. Nataly y Ricardo sonríen.



Carmen: ¡Me siento sucia! (Limpiándose) Tuve que amanecer en la celda en la que duermen borrachos detenidos, todo por culpa de Lucía.

Ricardo (sorprendido): Después de todo, ¿sigues así de terca?

Carmen le voltea el rostro a Ricardo.

VECINDARIO STREET WINKLENT
CASA DE RICARDO
JARDÍN

Las cinco empleadas y Ricardo están sentados en varias sillas de madera. En el centro hay una mesa también de madera.



Lucía (a Ricardo): Entonces tú vas a controlar mi dinero e invertirlo en la bolsa de valores. Sólo así podría obtener más dinero y vengarme de las personas que me han hecho mucho daño en el vecindario.

Nataly, Carmen, Paty y Antonia: (al unísono) ¿¡Qué!?

Ricardo: Piensa invertir su dinero comprando acciones en la empresa del señor Rogelio. Es posible que de esa forma pueda ganar más dinero y completar la venganza que quiere hacer.

Carmen: ¿Qué dices? ¿Cómo que vengarte? (Sorprendida) ¿Y qué es una bolsa de valores?

Ricardo: La bolsa de valores es un sistema privado, en donde los miembros de ésta organización, cumplen las órdenes de los clientes, realizando compra y venta de valores, es decir, de acciones de sociedades, bonos y algunos otros instrumentos de inversión.

Paty: ¿Entonces Lucía será una clienta de alguna organización de bolsa de valores?

Antonia: ¿Y qué ganas comprando y vendiendo acciones?

Ricardo: Eso es un método para ganar más dinero.

Nataly: ¿De quiénes te vas a vengar, Lucía? (Extrañada)

Carmen: ¡Seguro de las viejas que fueron sus patrones! ¿Pero cómo las va a humillar si ellas son ricas?

Lucía (pensando: Cecilia es una asesina…)

Carmen: (a Lucía) Deberías ser feliz y comprar una casa lujosa para irte a vivir con tus hijos. ¿No es tu sueño?

Paty: ¡Tenés razón, Carmen! Comprá una casa en el vecindario y dejá a todos con la boca abierta, Lucy.

Ricardo: Hay tres casas disponibles en el vecindario y una cuarta que podría ser vendida pronto (todas se extrañan). Se trata de la casa Morales.

Nataly: ¿Qué? ¿Por qué? (Sorprendida)

Ricardo: Por la evasión de impuestos, debe terminar de pagarlos y a parte de eso, cancelar una multa. ¿Cuándo recogerán el dinero? Pronto podría quedar una bancarrota.

Carmen: (ríe) ¡Sería estupendo que Lucía fuera la compradera! Ya quiero ver la cara del gallinazo de Nicole suplicándole a su amiga del pasado que le preste dinero (comienza a imitar su voz). ¡Amiguis, préstame dinero! (Todos ríen)

Lucía (sonríe): No es tan mala idea…

Antonia: (se cruza de brazos) Esto está muy enredado, chicas. Lucía quiere invertir su dinero comprando acciones para tener más dinero y sorprender a todos. ¿Piensas humillar a los patrones de Nataly? (Lucía asiente con la cabeza).

Nataly guarda silencio sin tener opinión y un tanto preocupada por lo que Ricardo ha contado, pues Alejandro también resultaría afectado.

HOSPITAL CENTRAL

Don Alonso reposa sobre su cama conectado a un tanque de oxígeno. Cecilia entra y Alonso abre los ojos lentamente.



Cecilia: ¿Cómo estás, Alonso? (Éste no le responde nada) Lamento no haber venido antes, es que Teresa fue quien se quedó contigo toda la noche y se fue a descansar.

Alonso: (se quita la mascarilla de oxígeno) ¡Lárgate de aquí! (Cecilia se sorprende) ¡Ya me di cuenta que has matado a alguien!

Cecilia (sorprendida): ¿¡Qué dices, Alonso!? ¿¡Te has vuelto loco después del pre-infarto!?

Alonso: ¡Eres tú quien está…! (Hablando con dificultad) ¡Leí la carta que enviaron!

Cecilia: (le da la espalda) Ah, ¿te refieres a eso? (Después de una pausa) ¡También estoy asustada! No sé por qué me enviaron eso, pero por supuesto… Es mentira.

Alonso se queda callado ante lo que Cecilia dice.

HORAS MÁS TARDE
VECINDARIO STEET WINKLENT
COMEDOR

Nataly ya pudo contactarse con Braulio. La primera termina de servir los platos de la cena en el comedor. Rogelio encabeza la mesa. A su lado derecho, está Nicole y al izquierdo, Braulio. Alejandro también está presente, estando al lado del padre de Nataly. Ésta se encuentra incómoda.



Rogelio: Tu hija lleva trabajando aquí más de tres años y creo que no has probado su comida ni una vez (sonríe con astucia). ¡Bienvenido!

Braulio sonríe y empieza a comer de forma descortés. Rogelio sonríe mientras Nicole lo mira con desprecia, después de ver sus malos modales y la forma sencilla de vestir. Minutos más tarde, Nataly está parada en la sala de la casa. Alejandro también está presente, al igual que Rogelio y Braulio. Estos dos últimos sentados en un par de sofás distintos. En medio de ambos, hay una mesa que contiene varias cartas. Rogelio y Braulio están jugando.



Rogelio: Disculpe a mi esposa, señor. Ella es un poco tímida.

Braulio: No se preocupe, señor Morales (toma una carta y la lanza a la mesa). ¡He ganado! (Ríe victorioso)

Rogelio: ¡Muy bien! Eres un buen jugador. La apuesta era de diez dólares.

Rogelio saca de su billetera cincuenta dólares y se los entrega a Braulio. Nataly se sorprende al ver que él se los recibe, humillándose ante el dinero de Rogelio. Alejandro lo nota.

Alejandro (a su papá): ¡Papá! Son diez dólares, no cien…

Rogelio: Exacto, pero le quiero dar algo más… Él y Nataly necesitan dinero (sonríe con burla).

Nataly (molesta): No era necesario…

Unos minutos más tarde, Nataly está saliendo de la casa con Braulio. La primera se muestra molesta.



Nataly: ¿¡Cómo pudiste recibir ese dinero, papá!?

Braulio: ¿De esa forma humillante ta han tratado a ti éstos últimos años? (Enojado)

Nataly (sorprendida): ¿Esto te interesa a ti? Le has recibido el dinero.

Braulio (la ignora): No deberías permitir que esa gente te trate así. Está claro que no quieren que te conviertas en la esposa de Alejandro. ¡Ya basta! ¡Renuncia al trabajo! (Alejandro abre la puerta de la casa)

Nataly: ¿¡A dónde iría!? (Con lágrimas en los ojos) Sólo sé las labores de una sirvienta. ¿Por qué te preocupas por mí a estas alturas de la vida? ¡Nunca te ha importado! ¿Qué pasa, ah? A comparación contigo, esta familia es un pedazo de pastel.



Alejandro: Discúlpenos, señor Braulio. Mi papá se pasó de la raya.

Braulio: Sólo quiero que Nataly y tú terminen con esta absurda relación (se empieza a ir).

Alejandro abraza a Nataly y ésta llora sobre su hombro.

VECINDARIO STREET WINKLENT
CASA MORALES
SALA

Nicole y Rogelio están conversando mientras toman té, sentados en un mismo sofá.



Rogelio: Padre e hija con completamente diferentes. Él se deja llevar por el dinero.

Nicole: Deberías aprovechar eso para separar a Alejandro y a la empleada. Con una buena cantidad de dinero, ese tipo hará que Nataly renuncie y se marche (sonríe y bebe un sorbo de café).

Rogelio: Tienes razón (también sonríe). ¿Y cuándo piensas ir a reclamar el dinero del billete de lotería?

AL DÍA SIGUIENTE
VECINDARIO STREET WINKLENT
EDIFICIO
OFICINA CENTRAL DE LOTERÍA

Nicole llega la oficina donde se reclama el premio de la lotería. La mujer camina de forma refinada y carga un bolso. Un hombre elegante se acerca.

Hombre: ¿Viene a reclamar el premio de la lotería?

Nicole asiente con la cabeza. El hombre le indica a qué parte de la oficina debe ir. Dos minutos después, Nicole está sentada frente a una secretaria.



Nicole: ¿No necesitan más datos?

Secretaria: (negando con la cabeza) No, sin embargo, no tiene permitido sacar este dinero (Nicole se sorprende). Este billete de lotería está congelado, ya que fue utilizado para evasión de impuestos (le devuelve el billete de lotería). Lo siento, señora.

Nicole queda sorprendida. La mujer se levanta del puesto muy frustrada.

VECINDARIO STREET WINKLENT
CASA DE RICARDO
JARDÍN

Ricardo está reunido con Paty, Carmen y Antonia, sentados en varias sillas y teniendo en el centro una mesa de madera. Ricardo sostiene una tablet en la que algunos resultados de las inversiones de Lucía.



Paty (sorprendida): ¡Ay boludas! Esto es grandioso.
Carmen: ¡Qué envidia! (Haciendo mal gesto) Cada vez Lucía tiene más dinero.

Ricardo: (moviendo la pantalla de la tablet con el dedo) Miren… Las acciones de los demás ni siquiera se mueven. Sólo las de Lucía están funcionando bien.

Antonia: Deberíamos poner dinero también. Así todas tendremos bolsa de valores y a ver si corremos con la misma suerte que Lucía.

Ricardo: ¿Ustedes sí confían en mí? (Extrañado)

Carmen: (pensando: Pues toca…) Claro, sí confiamos en ti, Ricardito (le guiña el ojo).

Antonia: Antes ganábamos dinero limpiando casas. Ahora es más rápido y eficaz con esto.

Paty: Por eso dicen que el “dinero hace dinero”.

CARRETERA DE LA CIUDAD
AUTO DE NICOLE



Nicole está conduciendo su auto muy frustrada. La mujer conduce sin mirar al frente y sólo se concentra en su bolso, el cual está en el asiento de co-piloto. Nicole busca en el bolso su celular desesperada y mira constantes veces para adelante, pero cuando encuentra el móvil, busca a Rogelio en los contactos. La mujer mira hacia al frente y ve que hay congestión en auto.



Nicole (gritando espantada): ¡Ahhh!

Nicole no consigue frenar rápidamente y sólo lo hace cuando choca con un auto. El accidente es leve ya que de la parte delantera del vehículo, sólo sale humo. Nicole está inconsciente teniendo la cabeza recostada en el volante.

VECINDARIO STREET WINKLENT
CASA DE ANDREA
ENTRADA

Lucía está frente a la puerta de la casa de Andrea, la amiga de Nataly. Unos minutos más tarde, Lucía y Tatiana están platicando. Ambas sentadas en dos sofás distintos.



Tatiana: Así es (asentando con la cabeza). Yo escuché cuando usted y mi tía hablaban.

Lucía (sorprendida): ¿Y fuiste a reclamarle a Cecilia?

Tatiana: (sonríe) No, pero le dejé una carta amenazándola, en la que se aclaraba que era una asesina (Lucía se sorprende aún más). Si alguien más la ve, esta mujer estará en problemas.

Lucía: La mejor forma de vengarse de ella es denunciarla a la policía.

Tatiana: Eso sería algo muy sencillo. Me gustaría algo que se desarrollara lentamente, pero casi no es posible. ¿Y usted qué gana con estar de mi parte?

Lucía: Quiero hacerle pagar a esa mujer las humillaciones que me hizo cuando yo era su sirvienta. Siempre ha estado tras al marido de su propia hermana. Conoce algunas cosas ocultas de esa.

Tatiana (sorprendida): ¿Sí?

Lucía: Exacto… Sabe lo que Alonso Rivero guarda en el sótano, la caja fuerte, piezas de oro, entre otras cosas… En cualquier momento podría huir con todo eso a pesar de ser tráfico ilegal y robo de propiedades.

Tatiana (molesta): Hay que denunciarla pronto a la policía. Pero… No hay ninguna prueba que la delate, más que las cámaras de seguridad. ¿Peros sí se verá bien su rostro?

Lucía: Deberíamos ir al Sistema de Vigilancia Ciudadana. Quizás puede haber algo importante.

MÁS TARDE
CENTRO DE AUXILIOS
PLANTA 2

Hay varias camas repartidas en la segunda planta de un centro de auxilios. Entre todos, se encuentra Nicole y al lado de ella, Rogelio. Nicole tiene una curilla en la frente.



Rogelio: ¡Cómo pudo pasar esto! (Se pasa las manos por el rostro) Primero lo del congelamiento del cheque y después, tu accidente. Lo siento mucho, Nicole…

Nicole (preocupada): ¿Qué vamos a hacer, querido? Sin todo ese dinero, estamos perdidos. ¡Vamos a caer en bancarrota pronto! Es la peor humillación. ¿Qué van a decir los del vecindario?

Rogelio (molesto): En ese momento el “qué dirán” no importa. Hay que buscar pronto una solución (angustiado).

ESTACIÓN DE POLICÍA
OFICINA

Son casi las siete de la noche. Una secretaria está revisando algo en el computador. De repente, suena el teléfono.

Secretaria: ¿Departamento de Policía de Miami? (Pausa) ¿Vecindario Street Winklent? (Pausa) Espere un momento…

La secretaria deja el teléfono a un lado. A varios pasos de ella, hay un fiscal sentado en un puesto con unos documentos en mano.

Secretaria: Fiscal, hay alguien que está denunciando a un residente del Vecindario Street Winklent involucrado con la venta ilegal de billetes de lotería.

Fiscal (curioso): ¿Quién es el denunciante?

Secretaria: No lo sé, quiere mantener el anonimato.

VECINDARIO STREET WINKLENT
CASA DESCONOCIDA
CUARTO DE CARMEN

Mientras Carmen está sentada en una de las camas, Antonia y Lucía se encuentran sentada en la segunda cama.



Carmen: (a Lucía) Espero que seas cumplida pagando quincenalmente los veinte dólares que te pido por dejar que te quedes aquí (Lucía se sorprende).

Antonia: ¡Carmen! Seguro estás bromeando, ¿no?

Carmen: (pensando: Claro que no bromeo, pero bueno…) ¡Por supuesto que bromeo, chicas! ¿Cómo voy a cobrarle a mi amiga del alma dinero por pasar algunas noches aquí? (Sonríe)

Lucía: Gracias Carmen… (Va anotando algunos datos en una libreta)

Carmen: ¿Qué tanto anotas ahí, mujer?

Lucía: Las venganzas hacia las tres familias (Carmen y Antonia se sorprenden). La casa Morales sufrirá la bancarrota. ¿No será humillante para Nicole? Por otro lado, Fernando podría ir a parar a la cárcel.

Carmen y Antonia (al unísono). ¿¡Qué!?

Antonia: ¿Ustedes dos no andaban…?

Lucía: (sonríe) Claro que no, Antonia… Me di cuenta de su verdadera faceta. Él hace parte de la venta ilegal de billetes de lotería.

Carmen: ¿Y las personas que le compran no saldrían afectadas? Como Nataly…

Lucía: (negando con la cabeza) Claro que no. Los compradores son inocentes de lo que el vendedor hace. Aunque Nataly y todas lo sabemos, nadie prueba eso.

Carmen: ¡Es un plan muy arriesgado! Espero que yo no vaya a salir involucrada en eso.

Lucía: (sonríe) Por supuesto que no, Carmen… Y la tercera familia es la de Cecilia. Es de ella quien me vengaré, con un secreto que me sé (Carmen y Antonia se extrañan). Luego lo sabrán.

Por lo que cuenta Lucía, fue ella la anónima que llamó a la estación de policía a denunciar a Fernando.

AL DIA SIGUIENTE
EDIFICIO DE PRÉSTAMOS
ESTABLECIMIENTO DE FERNANDO
BODEGA

Fernando está frente a una muchacha, quien hace una entrevista, pero en realidad es una policía encubierta de de civil.



Policía: Vine aquí porque escuché que puedo vender mi billete de lotería, pues lo que usted me descontaría de dinero, sería menos de lo que el estado me quitaría.

Fernando (cauteloso): Lo lamento. Al parecer escuchó mal, pues nosotros no compramos ese tipo de cosas. Nuestro negocio no trata de eso.

Policía: ¿Sí? (Suspira) Entonces me dieron mal la dirección. De todos modos, gracias (se empieza a levantar de la silla)

La policía se despide y termina de irse. Fernando sonríe. Dos tipos entran.

Tipo 1: ¿Insistieron en decir que comprábamos billetes de lotería?

Fernando: Por suerte los carteles de mi establecimiento fueron removidos después de lo sucedido con Nataly y las empleadas. No puedo volver a arriesgarme de tal modo. La venta de billetes de lotería para este negocio se acabó desde el hecho de ese aeropuerto.

Tipo 2: Con razón esa mujer estaba tan misteriosa. Pudimos darnos cuenta por las señas que se hacía con un hombre en la esquina de la carretera. Eso es algo sospechoso.

Fernando: No sólo eso. De verdad, ya no compro más billetes de lotería (sonríe).

HORAS MÁS TARDE
VECINDARIO STREET WINKLENT
CASA MORALES
JARDÍN

Nicole está sentada en una banca ubicada en el jardín de la casa Morales. En la misma banca, hay una botella de licor. Nicole está ebria, sostiene una copa y al mismo tiempo, habla por celular con Rogelio.



Nicole: Ahora que vamos a perder todo, debes poner la casa a mi nombre.

Rogelio: Si te la doy, ¿qué me queda a mí? Tengo que pagar la multa por la evasión de impuestos e hipotecar la casa. ¿No lo entiendes?

Nicole: Dijiste que me amabas. Si nos divorciáramos, tendrías que darme de todos modos la mitad de tus bienes.

Rogelio: ¿Por qué me dices esto? (Furioso) ¡Sólo ten paciencia! ¡Se va a arreglar todo! En lugar de apoyarme, sólo piensas en ti misma (le cuelga).

Nicole suspira. No muy lejos, en el jardín de la casa de Ricardo, nuevamente está él reunido con todas las empleadas, en la mismas sillas de madera.



Nataly: (pensando: ¿Qué le pasará a Madam Nicole? Tenía una curilla en la frente y además, estás extraña y distraída)

Carmen: Mi dinero bajó… ¿Es tan poca la suerte que tengo? (Se cruza de manos molesta)

Ricardo: (sonríe) Debes de tener paciencia, Carmen. ¿Y tú que harás Lucía? Tu dinero ha subido. Ya puedes vender las acciones.

Lucía: ¡Eso es perfecto! (Sonríe)

En ese momento, Nicole se acerca a todos con la botella de licor y la copa en mano.



Nicole (ebria): ¿Qué es tan perfecto?

Nataly se levanta sorprendida para tratar de sostener a Nicole, pero ésta se suelta de ella.

Nicole: ¡Déjame! (Después de una breve pausa) ¡Qué cosas de la vida! Alejandro, el valioso hijo de Rogelio y Nataly, una sirvienta de un hogar…

Carmen (molesta): Le dices valioso a tu hijastro. Si te refieres a Nataly así, ¿estás diciendo que ni ella ni nosotras somos valiosas?

Nicole: (riendo) ¡Bingo!

Ricardo: ¡Señora Nicole, por favor contrólese!

Nicole: (lo ignora) Mi casa tiene muchos problemas en ese momento y ahora que esta criada no conoce su clase social, todo es peor.

Lucía: (se levanta de la silla enojada) ¿Criada? (Se acerca a ella desafiante)

Antonia: ¿¡Cómo se atreve!?

Paty: (a Nicole) ¡Te creés mucho vi…! (Ricardo le tapa la boca pero ella se suelta) ¡Galli…! (Ricardo le vuelve a cubrir la boca pero Paty se suelta una vez más) ¡Si supieras que nosotras en este momento tenemos más dine…!

Ricardo nuevamente le tapa la boca a Paty para que no diga nada.

Nicole: El padre de criada (diciéndole con más intensión para ofender a Lucía), vino hace un par de días a nuestra casa. ¡Hasta aceptó el dinero de mi esposo! Es un muerto de hambre (ríe)

Nataly (enojada): Señora, le pido que…

Lucía: (aleja a Nataly de Nicole) Su orgullo es demasiado grande, ¿no? (Sonríe con ironía) ¿Quién lo diría? (Hablando con un tono de voz más fuerte) ¡Madam Nicole ebria porque va a quedar en la calle!

Lucía en ese momento saca algunos dólares de su vestido y se los arroja en la cara a Nicole. Todos se sorprenden.

Lucía: ¿No necesitas dinero? (Sonriéndole)

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