sábado, 24 de enero de 2015

La Nueva Empleada [Capítulo 9]

Alejandro se va lentamente de la cabina telefónica, con el paraguas. Nataly cierra los ojos, con culpa sobre ella, pero también triste. La muchacha decide salir de la cabina y se va corriendo tras Alejandro, mojándose toda por la lluvia, que ya está cesando. Nataly comienza a hablarle a Alejandro desde por detrás. Él no deja de caminar.



Nataly: No tenía la intensión de engañarte, todo sucedió así. Solo quise cambiarme mi estilo de look y del destino nos cruzó en ese momento. No me reconociste, entonces por eso solo mentí haciéndome pasar como Ximena Montero. Pero tú empezaste todo.

Alejandro no la quiere escuchar. Él va cruzando la calle aprovechando que está en semáforo rojo. Nataly se queda en la acera, hablándole más fuerte para que él se pueda detener y la escuche.

Nataly: ¡Sabes muy bien que empezaste con nuestras citas! ¡Detente y escúchame! ¡Oye!

Alejandro: (deteniéndose murmurando) Esta mujer…

Alejandro suspira y se voltea a mirarla por detrás, ya en el otro lado de la carretera.

Alejandro: ¡Ahora detente tú ahí!

Alejandro empieza a ir tras ella. Nataly se asusta pensando que le va a hacer algo, por lo que se devuelve saliendo corriendo lo más rápido que puede. Alejandro la persigue.

Nataly: (gritándole mientras corre) ¡Dije que me equivoqué! ¡Deja de seguirme!

AUTOCINE

Ricardo y Antonia siguen comiendo dentro de la casa, en donde hay ventas de comida.



Antonia: ¿Por qué se estarán demorando tanto? Mmm… Deberíamos ir a ver.

Ricardo: Es mejor que los dejemos. Quizás Nataly hizo algo malo y Alejandro le debe reclamar.

Antonia: Tienes razón, solo que me estoy cansando de estar aquí. Deberíamos entrar al auto. Es un poco vergonzoso. Non hay muchas sillas y nos quedamos sin puestos. ¡Me duelen las piernas!

Ricardo: ¿Sabes en verdad qué es sentir vergüenza?

Antonia: Pues eso creo. Aunque también pienso que algo vergonzoso podría ser que yo hiciera esto…

Antonia se acerca a Ricardo y lo besa en la mejilla. Luego se separa de él sonrojada, dejándolo sorprendido.

CERCA DEL AUTOCINE

Nataly aún sigue corriendo, empieza a llegar a un callejón en donde hay varias casas. Alejandro no deja de perseguirla. La muchacha llega hasta una parte, volteando y distrayendo a Alejandro, quien en realidad se detiene porque sabe que podrá atraparla. Nataly entró hasta un lugar, en donde solo hay una pared, tapándole el paso. Alejandro se va dirigiendo a ella, viendo como se está trepando el muro.



Alejandro: (acercándose a ella) Bájate de ahí, te vas a hacer daño. No te quiero hacer nada, solo hablar contigo.

Un momento más tarde, los dos platican sentados en las escaleras de una casa.

Alejandro: Creo que debí haber estado loco para no darme cuenta que Nataly Molina y Ximena, eran la misma persona. Cuéntame todas las mentiras que me dijiste y las que seguro me dirás.

AUTOCINE

Ricardo interroga a Antonia por su acto.



Ricardo: ¿Por qué lo hiciste? ¿Acaso te gusto?

Antonia: Tú sabes la respuesta. ¿Por qué crees que lo hice?

Ricardo: Eres una joven decente y no debería estar enredando a otras personas. ¿No lo crees así? (Ella lo niega con la cabeza). ¿Qué haré contigo? Deduzco que sientes algo al besarme. Pues bueno… Si esto te hace feliz, está bien.

Ricardo le devuelve el beso a Antonia en la mejilla pero más cerca a la boca. Después de desprenderse de ella, Antonia se sorprende y se lleva su mano derecha a la mejilla, sonriendo. Ricardo suspira.

Ricardo: ¿Si ves? Tú sentiste algo, pero yo no… (Antonia cambia de expresión a molesta)

VECINDARIO STREET WINKLENT
CASA MORALES
ENTRADA

Los dos hombres extraños, ladrones, se encuentran cambiando los dígitos para entrar de la casa Morales, puesto a que ésta, requiere un sistema de seguridad muy fuerte, en un lado se puede abrir con la llave, y en otro lado se puede también abrir digitando ciertos códigos para entrar. Los ladrones son expertos en ello.

CALLEJÓN CERCANO

Nataly aún sigue platicando con Alejandro en las escaleras de una de las casas del callejón.



Nataly: ¿Qué otra mentira hay? Solo cambié mi nombre, tú fuiste el que empezó todo. Con citas, tomando café, yendo de visita a tu abuela… ¡En fin! Nunca te seduje.

Alejandro: para ti fue una broma pero para mí fue real. ¿Entiendes? No entiendo cómo pude ser tan ingenuo.

Nataly: (sonríe sonrojada) Dijiste que fui tu primer amor. Todavía podemos hacerlo realidad. Ingenuo o no, sigo estando enamorada de ti. Con tu orgullo o no, no puedo cambiar mis sentimientos. Si tienes más o menos dinero que yo, tampoco importa. Sino sabes divertirte como yo, es lo de menos…

Alejandro: No entiendo cómo pudiste enamorarte de mí. Seguro no son verdaderos sentimientos y si lo son, cámbialos.

Nataly: Los sentimientos no se mandan. Es como el corazón, que es lo mismo. ¿Puedes mandar tu corazón? ¿Decirle que palpite cuando tú quieras? No, eso no es un corazón, entonces mandar mis sentimientos, tampoco son sentimientos. Son incontrolables mis sentimientos encontrados.

Alejandro: No me confundas (suspira).

Alejandro se levanta dispuesto a regresar al autocine.

Nataly: (sonriendo) ¿Estoy perdonada?

Alejandro: No te emociones tanto… Y vayamos ya. ¿Te quedarás aquí en este lugar tan solo? ¡Vamos, te puede pasar algo!

Nataly se para también, dándose cuenta que Alejandro se preocupó por ella. Más tarde, todos están en el auto en que vinieron.



Ricardo (desconcertado): ¿Por qué hay tanto silencio aquí? ¿Pasó algo entre ustedes?

Antonia: Es cierto. No han hablado nada. Nataly fue al baño supuestamente y Alejandro dijo que fue a hablar con ella porque le necesitaba reclamar algo. ¿Entonces…?

Nataly (incómoda mira a Alejandro que está conduciendo): No se preocupen por nada. Solo sepan que todo está solucionado (sonríe forzadamente).

VECINDARIO STREET WINKLENT, NOCHE

En el vecindario aún llueve un poco. Nicole está afuera de su casa, hablando con Fernando quien venía a saludarla. Él tiene un paraguas.



Fernando: ¿Entonces estás sola? Seguro debe ser aburrido.

Nicole: Sí, así es. Mi esposo está preparando todo respecto a la fiesta de aniversario entre él y yo. Alejandro salió y la empleada tampoco está. Me aburre cuidar a Mateo. Qué estrés.

Fernando: Podemos ir a entretenernos un poco en mi casa (sonríe). Te puedo mostrar las nuevas pinturas que compré.

Nicole: Está bien, vamos…

Nicole cierra la puerta de su casa y se va con Fernando a la casa de éste, ambos debajo del paraguas. No muy lejos, está Lucía, quien alcanza a verlos, pensando mal.

MÁS TARDE
VECINDARIO STREET WINKLENT
CASA DE RICARDO
CUARTO DE HUÉSPEDES

Las tres empleadas: Paty, Carmen y Lucía, están viendo televisión. Lucía se encuentra pensativa, sobre lo que vio hace unos instantes y recordando cuando peleó con Nicole, en donde Fernando la ayudó a levantarse.



Lucía (a Paty): Paty querida, ¿puedes por favor ir a la cocina a prepararnos algo?

Paty: Está bien boludas. Ya regreso (sale del cuarto).

Lucía: Nosotros somos las dos más mayores de las cinco empleadas que somos. Debo hablar contigo… (Carmen se dispone a escucharla curiosa). Resulta que sospecho que la Madam Nicole, tiene un amante.

Carmen (ríe): ¿Qué dices? ¿Quién se va a fijar en esa vieja fea? El marido que tiene no sé cómo pudo fijarse en ella, después de lo fea que es. Parece un gallinazo viviendo como una rica. Se sostiene de su marido y aparenta ser muy refinada la vieja esa.

Lucía: Tienes razón, pero la he visto en encuentros con el señor Fernando. Y acuérdate hace tiempo que él la defendió, más bien la llevó a su casa, cuando yo peleé con ella. ¿No te parece extraño? (Carmen asiente con la cabeza).

Carmen: (hablando en voz baja) Tienes razón Lucy. De hecho, ¿qué te parece si seguimos hoy a ese gallinazo desplumado?

Lucía: (ríe) Estás en lo cierto amiga (cambiando de mirada): Hoy vamos a perseguir a esa mujer a ver qué se trae con el Fernando (las dos sonríen con malicia).

VECINDARIO STREET WINKLENT
CASA MORALES
ENTRADA

Nataly y Alejandro acaban de llegar a la casa Morales. La muchacha digita los números de la puerta, dándose cuenta que no funciona, pensando que olvidó la clave. Alejandro saca de su bolsillo la llave de la casa para entrar por el lado opuesto e ingresar a la casa. No muy lejos de allí, están los dos hombres misteriosos, quienes planean un robo en la casa. Ellos observan como Nataly y Alejandro entran.

Hombre 1: (hablando en voz baja) Ahí están, el hijo del patrón, y la empleada.

Hombre 2: El hijo no es problema, seguro debe salir a trabajar, mientras que Nicole y Rogelio Morales, estarán presentes en la fiesta de aniversario.

Hombre 1: Sí, hemos investigado todo muy bien. Y la empleada, no será ningún problema, al igual que el niño. Pero primero mañana estaremos visitando a Fernando, deberíamos pedirle su opinión.
Hombre 2: Tienes razón (asiente con la cabeza): No podemos olvidar que hace mucho tiempo, fuimos amigo de él, a quien le debemos muchos favores.

AL DÍA SIGUIENTE
EMPRESA MORALES
OFICINA DE ALEJANDRO

Alejandro está revisando algunas cuentas en su laptop. De repente, le suena el celular, que está en el escritorio donde está puesta la laptop. Él toma su móvil, viendo en la pantalla que se trata de Nataly, quien lo llama. Alejandro suspira y decide contestar.



Alejandro: (contestando) ¿Sí?

Nataly (en el otro lado de la línea): Hola Alejandro… ¿Estás ocupado?

Alejandro: Por supuesto que sí. No puedo hablar ahora (cuelga).

VECINDARIO STREET WINKLENT
CASA MORALES
CUARTO DE NATALY

Nataly suspira al ver que Alejandro le colgó. Ella lo llamó con el celular más antiguo que tiene. Decide sacar su otro móvil de uno de sus bolsillos del uniforme de empleada. Teniendo en sus manos el celular que compró recientemente, llama a Alejandro como Ximena. En la empresa, él ve que de nuevo Nataly le insiste con la llamada, viendo que esta vez lo llama con el celular de Ximena. Alejandro contesta.

Alejandro: (en tono molesto) ¿Qué es lo que necesitas de mí? ¿Te volviste loca? Seguro debes de tener un problema mental (cuelga).

Él suspira una vez más, cerrando por un breve momento los ojos.

VECINDARIO STREET WINKLENT
CASA DE FERNANDO

La hija de Fernando, Adriana, está arreglándose en el piso de arriba para salir a la fiesta de aniversario que se celebrará en el hotel ya mencionado. Fernando va abrir la puerta, pues desde hace un momento estaban tocando el timbre. Cuando él abre, se sorprende y se pone nervioso, al ver en frente suyo a dos de sus amigos del pasado, los dos ladrones. Ellos entran.



Fernando: (hablando en voz baja) ¿Qué están haciendo aquí? ¿Otra vez requieren de mi ayuda?

Ladrón 1: Pero deberías saludarnos, ¿no? Tanto tiempo Fernando. No te preocupes, solo venimos a contarte algo. Bueno, necesitamos dinero.

Fernando: Eso no es una novedad. Hace mucho tiempo, los saqué de unos problemas que tenían.

Ladrón 2: Ahora nos hemos convertido en personas que entran a las casas a tomar objetos sin permiso alguno.

Fernando: (regañándolos) ¡Más bien digan que son ladrones!

Ladrón 1: Pues sí… Bueno, no te venimos a pedir ayuda para que nos prestes dinero. Como vives en este fino vecindario, te queríamos hacer saber que estaremos entrando a la casa Morales para robar.

Fernando (enojado): ¿¡Qué!? ¿Lo dicen así de tranquilos? ¡No pueden! ¡No pueden robarle a la Madam Nicole!

Ladrón 2: (ríe con burla) ¿Madam? ¿Acaso estas casas tienen su Madam? ¿Qué problema tienes con que robemos esa casa?

Fernando: ¿Qué tiene? ¡Pues nada fuera de lo normal! Simplemente no quiero que roben allá. No quiero meterme en sus líos.

Ladrón 1: Queremos hacerle pagar a Rogelio Morales su descaro, de haber dejado tirada a mi hermana, cuando la embarazó. Le quitó al niño, que por cierto se llama Mateo y según hemos investigado, lo hace pasar por el hijo del tal Alejandro Morales.

Fernando: ¡Eso quedó en el pasado! Olvídenlo… Si no quieren irse de aquí con las manos vacías, entonces… Hay una muchacha en esa casa, con mucho dinero (se refiere a Nataly). Ella se llevó el premio mayor. Estoy seguro que allá en esa casa, debe esconder gran parte de su dinero.

Ladrón 2: (mirando al otro ladrón) No es mala idea… Ya que no quieres que le robemos a la esposa de Rogelio Morales, podemos robarle a la tal muchacha. ¿Acaso es la sirvienta?

VECINDARIO STREET WINKLENT
CASA MORALES
CUARTO DE NATALY

Nataly decide salir de su cuarto. Se dirige a la cocina, cruzándose con Nicole, que está vestida muy elegantemente.



Nicole: Voy a irme ya para la fiesta de aniversario en el hotel Downtown de Miami. Tal vez llegue tarde. Rogelio se fue de adelantado.

Nataly: Está bien Madam.

Nicole sale de la casa y seguida de ella, entra Ricardo acercándose a Nataly.



Ricardo: (saludando sonriente) ¡Nataly! Veo que te has quedado sola.

Nataly: Hola, no… No estoy sola. Arriba está Mateo (sonríe).

Ricardo: Mmm, ya veo. Vine para hacerte una propuesta… ¿Podemos tener pronto una cita? (Nataly ríe). ¿Por qué te ríes?

Nataly: Le veo raro a esto. ¿Cómo una empleada podría salir con alguien superior a mi status?

Ricardo (se extraña): Bueno… No le veo ningún problema. ¿Qué tiene de raro? En fin, no acepto un no (Nataly iba a hablar pero Ricardo le interrumpe). No digas nada más. Ahora debo irme, tengo que asistir al evento del aniversario de la madrastra y el padre de Alejandro (le sonríe y se va de la casa).

VECINDARIO STREET WINKLENT

Se intercalan distintas escenas, en las que varias personas refinadas del vecindario, salen de su casa para ir al Hotel Downtown. Se enfocan salir a Cecilia, Teresa y Alonso, también a Fernando con su hija Adriana. Las empleadas tienen el día libre, es por eso que Carmen y Lucía también aprovechan para irse, a espiar a Nicole. Finalmente se ve a Nataly salir de la casa Morales, cargando a Mateo. Ella camina unos metros hasta llegar a la casa de Fernando, en donde vive Paty como empleada. Nataly entra.



Paty: Hola boluda, ¿qué querés?

Nataly: (cargando a Mateo en su espalda mientras duerme) Estoy tan aburrida. El vecindario se siente completamente solo.

Paty: Tenés razón Nataly. Deberíamos ir a conocer a algunos chicos en los bares. ¿Qué opinás che?

Nataly: (ríe) ¿Estás loca? Por supuesto que no… Si te contara lo que me ha pasado en estos últimos días… Ahora no tengo ánimos de cuidar a Mateo (suspira). ¿Te puedes quedar con él?

Paty: Mmm, nunca antes había vigilado a un boludo pequeño, pero creo que sí podré (sonríe).

Nataly: ¡Gracias boluda! (ríe imitándola).

VECINDARIO STREET WINKLENT
CASA MORALES



Los dos ladrones, están vestidos de negros, y para no llamar la atención, se les puede ver el rostro. Cuando se acercan a la casa Morales, el perro que hay allí, comienza a ladrar. Uno de los hombres saca una galleta de su bolsillo y se la tira al perro, dejando de ladrar. Los ladrones introducen el código que cambiaron para abrir la puerta y acto seguido, ingresan a la casa. Después, se hacen señas para ir a buscar cosas valiosas y el cuarto de Nataly. Uno de ellos sube al segundo piso, y el otro se queda en el primero, para buscar el cuarto de la empleada. El ladrón entra a la habitación de Nataly y empieza a buscar el dinero, viendo en el clóset. El hombre sonríe satisfecho cuando ve algunas cajas de dinero en el clóset. Toma una y la abre, viendo que hay muchos billetes, más de 500 dólares. Antes de llevarse el dinero, sale de allí para avisarle al otro ladrón, quien baja las escaleras con algunas joyas en las manos.

Ladrón 1: ¡Encontré el dinero! ¡Hay mucho! ¡Qué suerte, no está la sirvienta!

Ladrón: 2: Eso es una señal de que sí necesitamos el dinero (le muestra las joyas). Yo encontré esto, en el cuarto tipo clóset de la señora de la casa. Debemos dejar todo en la caja que trajimos.

Ladrón 1: Yo mientras tanto iré a tomar parte del dinero, porque no tenemos tiempo de llevárnoslo todo.

El segundo ladrón pone las joyas en la caja que trajeron. Cuanto el primero ladrón va a regresar al cuarto de Nataly, escuchan que están tocando el timbre. Los dos de asustan y se asoman en una pantalla de un tamaño pequeño, que está pegada a una pared de la casa, dándose cuenta al instante que Alejandro es quien ha llegado.

VECINDARIO STREET WINKLENT
CASA MORALES
ENTRADA

Alejandro toca con frecuencia, suspirando al creer que no hay nadie, pero se sale de la idea cuando ve que Nataly está acercándose a la casa, a pasos lentos.



Alejandro: ¡Oye! ¡Ven a abrir! Hace un rato estoy parado aquí, esperando a que puedas abrir la puerta.

Nataly: (termina de llegar) ¡Perdón! Ya mismo abro.

Nataly saca la llave del bolsillo de su falda larga, pues en esta ocasión, está usando una ropa distinta: Una camiseta blanca y una falda verde y larga. Dentro de la casa, el primer ladrón se encuentra en el cuarto de Nataly, empacando mucho dinero en una caja. Luego sale del cuarto. En la entrada de la habitación, está el otro ladrón, esperándolo.

Por otro lado, Nataly y Alejandro están en la sala del lugar.

Nataly: Lávate las manos, después de que vaya a mi cuarto, serviré el almuerzo.

Alejandro asiente con la cabeza y sube a su habitación. Nataly se va dirigiendo a su cuarto, sorprendiéndose al ver a los ladrones con una caja, en donde algunos billetes se pasan del borde. La muchacha se da cuenta que es su dinero, iba a salir corriendo pero los ladrones la detienen y la entran al cuarto, con fuerza y tapándole la boca. Nataly trata de soltarse pero le es imposible.

HOTEL DOWNTOWN DE MIAMI

Ya todos los invitados llegaron al hotel donde se estará llevando a cabo, la fiesta de aniversario de Nicole y Rogelio, y la de otras personas fuera del vecindario Street Winklent. Nicole se prepara en una suite presidencial. No muy lejos, están Carmen y Lucía espiándolas. Las dos empleadas se sorprenden al ver a Fernando dirigirse a la habitación de Nicole.



Carmen: (murmurando) Mira Lucy, ese viejo se va para la suite del gallinazo (pensando mal). ¡Madre mía! Ese Rogelio tiene unos cuernos enormes. ¡La Nicole le pone los cachos! (Niega con la cabeza).

Lucía: Tienes razón. ¿Qué pasará si Rogelio los sorprende ahí? (Se sorprende).

VECINDARIO STREET WINKLENT
CASA MORALES
SALA

Los dos ladrones dejaron a Nataly amarrada con una cinta verde, en el armario de su cuarto. Los dos están yéndose, pasando por la sala, pero se detienen nerviosos al oír la voz de Alejandro cerca.



Alejandro: ¡Nataly! ¿No me vas a dar de comer? ¿Dónde estás? (Empieza a bajar las escaleras).

Los ladrones se esconden tras una pared. Cuando Alejandro se va dirigiendo al cuarto de Nataly, uno de los criminales lo va a golpear con una porcelana, él se da cuenta, volteando a verlos sorprendidos.

Alejandro: ¡Ladrones! (Uno de los ladrones le corta la cara al romper en ella la porcelana). Espero que los atrapen (cae al suelo inconsciente)

Ladrón 1: ¡Vaya! ¡Este tipo reacciona muy lento! (Se sorprende) Vamos, dejemos llevarlo a la cocina donde será menos visto.

VECINDARIO STREET WINKLENT
CASA MORALES
CUARTO DE NATALY

La cámara enfoca desde lejos el armario de Nataly, que está cerrado con una cinta verde, difícil de quitar. Luego se ve a Nataly, llorando desesperada y tratando de salir, viendo de alguna manera como deshacerse de tener las manos atadas. La muchacha no lo logra, por lo que empuja con fuerza hacia adelante el armario. Después de hacerlo varias veces, da resultado. Nataly empieza a arrastrarse hasta salir de su cuarto, donde logra levantarse pero con dificultad. De la misma manera, empieza a saltar con los pies amarrados también, para dirigirse a buscar a Alejandro. Se detiene antes de entrar a la cocina, viendo una mesita pequeña de vidrio. Acto seguido, se agacha para quitarse la cinta de la boca con el borde del vidrio.

Para la suerte de Nataly, no se corta la boca. La muchacha nuevamente se para y se sorprende al para por la cocina, viendo como los hombres lo arrastran hacia allí. Nataly va tras ellos, y al llegar, se preocupa, dándose cuenta que Alejandro está sangrando por la cabeza, formando un leve charco de sangre, ya que la herida es grande. Nataly trata de golpear a los ladrones, pero es inútil. Éstos suspiran y con facilidad, toman a Nataly y la dejan en el suelo.



Nataly: ¡Déjenme! ¡Miserables ladrones!

Los ladrones la ignoran y ponen de nuevo, cinta en la boca de Nataly. Alejandro también está amarrado, pero él al contrario de la empleada, no tiene la boca cubierta. En ese momento, empiezan a tocar el timbre de la casa.

Ladrón 2: ¡Alguien vino de nuevo! Debemos huir. Vamos…

Los ladrones se acercan a la puerta principal de la casa, cargando un par de cajas, llenas de joyas y dinero. Justo cuando la abren, salen corriendo como pueden, llegan hasta cierto punto del vecindario y se suben a la motocicleta que trajeron. Luego de ello, huyen satisfactoriamente.

En la casa Morales, Paty carga a Mateo. Los dos cayeron al piso asustados cuando los ladrones salieron de la casa. El niño no deja de llorar.



Paty: ¡Eran ladrones! Qué boludez. Tengo que hacer algo… Debés de pensar Patricia María Dolores Cólera (su verdadero nombre). Yo soy muy inteligente. He escuchado que cuando alguien tiene tres nombres, es muy inteligente (le brillan los ojos). ¡Sí! ¡Llamaré a la policía!

Paty saca del bolsillo de su uniforme de empleada, una paleta, se la da a Mateo que deja de llorar y luego saca el celular. Marca a la policía. Un momento más tarde, la argentina entra a la casa, llamando preocupada a Nataly.

En la cocina, Nataly no escucha a Paty. Trata de despertar a Alejandro, logrando su cometido. Él va abriendo los con lentitud.



Alejandro: (a Nataly) No llores… Debemos de voltearnos, para tratar de desamarrarnos.

Alejandro un tanto débil, se trata de levantar. Nataly también hace lo mismo y ambos quedan de espaldas. Alejandro trata de desatar a Nataly con sus manos atadas pero no lo logra. Después decide voltearse, rendido.

Alejandro: ¿Estás bien? ¿Quieres que te quite la cinta? (Ella asiente con la cabeza)

Alejandro incómodo, se acerca a Nataly. Ambos quedan demasiado juntos. La muchacha se pone nerviosa. Alejandro trata de evitar estar avergonzado. Él con sus labios, le empieza a quitar la cinta a Nataly, la que tiene en su boca. Luego se separa de ella. Ambos se miran fijamente, pero Nataly agacha la mirada. En ese momento entra Paty.



Paty: ¡Boludos! ¿Están bien? (Se acerca a ellos). Ya denuncié el caso por teléfono. También llamé a una ambulancia (preocupada solo por Nataly). ¿Pero che, vos estás bien? (Ella asiente con la cabeza). No importa, la ambulancia cha viene. Si Nataly está bien, nadie más importa (Alejandro se sorprende y Nataly se incomoda).

HOTEL DOWNTOWM MIAMI
SUITE PRESIDENCIAL

Nicole y Fernando platican. Ella le confesó que Mateo es hijo de Rogelio y que está preocupada que la verdadera madre aparezca.



Fernando: Te comprendo… Pero puedes tener mi apoyo (ella se recuesta en su hombro).

Nicole: Gracias… No sé qué voy a hacer. Cuando me enteré que Rogelio me mintió, no le dije nada ni a él ni a nadie. Creo que es mejor así (suspira).

En algunos pisos de abajo, están Carmen y Lucía. Las dos escondidas, se sorprenden cuando ven que Rogelio va a subir al ascensor. Él trae un palo de golf, algo que hace que las dos mujeres piensen mal.



Carmen: ¡Madre mía! Mira querida. Trae un palo de golf. Se me hace que va a matar al viejo Fernando.

Lucía: No lo podemos permitir. Debes ir hacia él y distraerlo.

Carmen: Está bien (se pone nerviosa). Espero que no se vaya a desquitar conmigo y sea yo la que termina tres metros bajo tierra.

Carmen sale y va hacia Rogelio. Disimula entrar al ascensor, al que también entra él. Rogelio digita allí, el piso 7. Carmen se lo cambia, poniendo el 2. Él pone expresión de molestia.

Carmen: Disculpe. Es que tengo que reunirme con mi jefecita.

Un breve momento después, Carmen llega al segundo piso del hotel. Se asoma con disimulo y vuelve a entrar.

Carmen: No, aquí no es.

La mujer hace eso mismo muchas veces más, repitiendo incluso las llegadas a un mismo piso.



Rogelio (desesperado): ¡YA ME CANSÉ DE USTED VIEJA!

Carmen (pensando): Vieja su señora madre viejo cuervo (deja de pensar). Perdone señor, es que como le dije, me debía reunir con mi jefa y no recuerdo qué piso es.
Rogelio la ignora y llega hasta el piso 5. Se baja del ascensor y se dirige a la suite presidencial donde está Nicole. En los pisos de abajo, Lucía está haciendo una llamada al séptimo piso del Hotel Downtown. Nicole arriba, contesta.



Lucía: (hablando por teléfono) Soy una llamada anónima y le quiero informar que su esposo está subiendo al piso donde usted está y la va a descubrir con el viejo Fernando y…



Nicole (en el otro lado de la línea sorprendida): ¿Cómo se atreve a hablar así?

Lucía: ¡Eso no importa mujer! ¡Rápido! ¡Dígale a su amante que salga antes de que Rogelio Morales los vea! ¡Rápido!

Lucía cuelga y se avergüenza al ver que varias personas la están observando cuando le gritaba a Nicole por teléfono.

HOTEL DOWNTOWN MIAMI
SUITE PRESINDENCIAL

Nicole ya le avisó a Fernando, creyendo en la anónima llamada. Él se esconde en el baño. Finalmente, Rogelio llega. Nicole y su esposo se besan en la mejilla, ella distrayéndolo. Fernando aprovecha y con sigilo, sale de allí corriendo. Nicole quería evitar que Rogelio viera al patrón de Paty puesto que podría haber motivo de malentendidos.

MÁS TARDE
HOSPITAL CENTRAL DE MIAMI
CUARTO DE ALEJANDRO

Alejandro tiene una venda que le cubre parte del rostro. Él despierta y se extraña al ver a Nataly frente a él.



Alejandro: ¿Tú?

Nataly (asustado): No me digas que… ¿Perdiste la memoria?

Alejandro: ¿Cómo perdería mi memoria si solo fue un golpe con un vidrio en la cara? (Se trata de levantar). ¿Qué haces aquí?

Nataly: Yo te traje al hospital. Eso como que sí lo olvidaste. No me iré de aquí, te voy a cuidar (sonríe).

Alejandro (terco): No es necesario. Estoy bien.

Nataly: No te preocupes, no haré ruido. Seré como una estatua.

HOTEL DOWNTOWN MIAMI

Todos los presentes están el hotel, se oye una música suave. Nicole pasa con Rogelio a saludar a varias personas. Ricardo está cerca de ellas. El celular de éste, le empieza a timbrar. El muchacho contesta, viendo por el celular que es Nataly.



Ricardo: (contestando) Hola Nataly… Sí… ¿¡Qué!? (Pausa) ¿Alejandro herido? ¿Robo en la casa? (Nicole y Rogelio escuchan sorprendidos).

HORAS DESPUÉS
VECINDARIO STREET WINKLENT
CASA MORALES

Nicole y Rogelio ya llegaron a su casa, más preocupados por los daños y robos en la casa, que por el bienestar de Alejandro. La vanidosa mujer entra al cuarto tipo clóset, sorprendiéndose y estando a la vez preocupada, al ver que faltan algunas cosas de su pertenencia. Rogelio por su parte, va a su cuarto, corre un cuadro que está colgado en la pared. Acto seguido, retira un plástico del mismo color de la pared, que oculta la caja fuerte. Rogelio la abre y ve que no falta nada.

HOSPITAL CENTRAL DE MIAMI
CUARTO DE ALEJANDRO

Ricardo lee con tranquilidad el periódico. En eso ve que Alejandro está despertando, pues en las horas que pasaron, se quedó nuevamente dormido. Nataly salió por un momento. Ricardo se acerca a él, dejando a un lado su periódico.



Ricardo: Despertaste… Lamento lo que pasó. Nataly me llamó para informarme al respecto. Cuando llegué, tuvo que salir.

Alejandro: (pensando) ¿Una estatua se mueve?

Ricardo: Iré a la tienda del hospital, a traer algo dulce para ti, Nataly y para mí. Han pasado algunas horas y tengo hambre (sonríe y se va).

Alejandro: ¿Qué voy a hacer con Nataly Molina? Me sentiría mal si sigo con la idea de correrla de la casa. Creo que le tendré más paciencia. Me ayudó mucho… (Se toca el rostro). ¿Cuándo será que me puedo quitar esto?

Alejandro suspira y cierra los ojos por un momento. Sin darse cuenta, Nataly entra al cuarto, pero arreglada como Ximena. Lo único de diferente es que no está usando la misma ropa que se ha puesto en las citas con él anteriormente. Ella se para frente a él. Alejandro abre los ojos y se sorprende al ver a Nataly allí.



Nataly: (sonriendo pícara) Ximena también estaba preocupada, entonces decidió venirte a visitar.

Alejandro: (ríe) Qué sorpresa me diste… En verdad que me haces pensar que me estás seduciendo. ¿Tenías que venir casi como Ximena?

Nataly: Pues ya ves… Pero creo que lo mejor es irme. Tal vez no te gustó que hubiera venido.

Alejandro: No te vayas… (La toma de la mano y la sienta en la cama)

Para sorpresa de Nataly, Alejandro se acerca a Nataly y la besa con ternura. Ella se sorprende, y aunque se sonroja, no puede evitar corresponderle. No muy lejos, Ricardo está viniendo, con algunos paquetes de dulces en la mano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario