jueves, 15 de enero de 2015

La Nueva Empleada [Capítulo 7]



Nataly: Me llamo Ximena, Ximena Montero.

Nataly le sonríe a Alejandro, sin rencor a las frías palabras que hace unos momentos, pronunció de ella. Más tarde, los dos están en una cafetería, cercana al centro comercial. Los dos beben café. Nataly está cruzada de pernas.

Ximena: (deja de beber café de manera educada) ¿No tienes que ir a tu trabajo?

Alejandro: Eh, no. De hecho casi nunca asisto. Solo lo hago cuando… Me es de urgencia. De hecho más tarde debo asistir a la empresa de mi padre, no puedo llegar tarde. Es en una hora regularmente (sonríe).

Ximena: Ah, ya veo… Si es en una hora, entonces es a las cuatro de la tarde, pues en este momento son las tres.

Nataly le señala un reloj que tiene la cafetería. Los dos ríen.

Ximena: Y cuéntame, ¿qué tan mala es la sirvienta de tu casa? Me imagino que mucho, para haber hablado de ella así, hace un momento.

Alejandro: Perdona haber escuchado mi expresión hacia ella, pero sin duda alguna es una mala sirvienta. Usa a un niño solo para fastidiarme y quedarse ahí. ¿Tú tienes sirvienta?

Ximena: (mintiendo) Claro que sí. Y la sé valorar muy bien. Considero que hay que aprender a conocer bien a las personas, para poder hablar de ellas. Tal vez tú no la conozcas bien. Deberías ser más amable con ella.

Alejandro: (sonriendo) Me es algo casi imposible y…

Ximena: (le interrumpe) No existe nada imposible. ¿En serio tanto la odias para ser imposible tratarla mejor?

Alejandro: (ríe) Mejor cambiemos de tema, ¿te parece, Ximena? Por cierto, me llamo Alejandro. Creo que no te había dicho mi nombre antes. ¿Sabes? Hace tiempo estuve fuera de esta ciudad.

Ximena: ¿Y por qué motivo? ¿Obligación de tus padres? ¿O a estudiar?

Alejandro: Algo parecido, pero más que eso, quise cambiar mi look. Antes era muy sencillo, tal vez feo, usaba lentes y no me vestía bien (ríe). Era la burla de muchas personas.

Ximena: Por lo que me cuentas, la gente se burlaba, peor hasta tú mismo te despreciabas. Mira que te acabas de reír. Una persona no es bonita por su físico, sino por el interior.

Alejandro: Eso me gusta de ti, que aconsejas a las personas que aún no saben las verdaderas cosas, porque supongo que es así ¿no? Todos los consejos, son ciertos.

Ximena: Por supuesto…

Los dos siguen platicando, Nataly inventando algunas cosas sobre la vida ficticia de Ximena, ella misma. Tres horas más tarde, Nicole está regañando con severidad a Nataly, en la sala de la casa Morales. La muchacha está transformada normalmente, con el cabello normal, sin maquillaje y con el uniforme rosado de empleada, algo que la hace ver más sencilla.





Nicole (molesta): ¿Por qué hiciste esto? Es la primera vez que te pierdes así. Sé que no tenías nada más que hacer dentro de la casa, pero seguro sabías que en cualquier momento, te iba necesitar. No quiero que te vuelvas a ir de la casa así. ¿Entendido, Nataly? (Ella asienta con la cabeza). Ve a preparar la cena para esta noche, que ya se va haciendo tarde.

Nataly se retira de la sala y va directo a la cocina de la sala. Se acuerda de lo que vivió hace unas horas, su cambio, la tomada de café con Alejandro y su plática. La muchacha sonríe. Más tarde, ella está sirviendo la cena en el comedor. Todos están presentes: Nicole, Rogelio y Mateo, a excepción de Alejandro que no está en la mesa.



Nicole: ¿Por qué Alejandro no habrá llegado?

Rogelio: Estuvo en la empresa hace unas horas. Se quedó a cargo de algo que iba a hacer yo. Ese joven tiene un trabajo escaso, entonces es bueno ponerlo a trabajar. Además, quería descansar un rato y estar presente en la cena.

Nicole: (sonriendo) Qué bueno cariño… (Alejandro llega) Ah, ahí llegó…

Alejandro después de entrar, se va acercando al comedor. Nataly se pone un tanto nerviosa al verlo, pero se descuida después de caer en cuenta que ya no es Ximena, sino Nataly, por lo que él no la podrá reconocer.

Nicole: ¿No quieres sentarte con nosotros Alejandro? Hace días que no hablamos. Estás alejado.

Alejandro se termina de acercar a la mesa del comedor. Se sienta al lado de Mateo, quien está comiendo. Nataly está cerca.

Nicole: Nataly, tráele la cena a Alejandro (ella asienta con la cabeza y va a la cocina).

Rogelio: Qué bueno que estás aquí hijo. Te quería preguntar si conoces algún dictador de inglés.



Alejandro (extrañado): ¿Para qué papá?

Rogelio: Tal vez te parezca una idea tonta, pero ya hablé con mi esposa, Nicole (ésta sonríe). Creo que Mateo ya tiene edad de empezar sus estudios. Él tiene cinco años. No queremos entrarlo a una escuela aún.

Alejandro: Pero es una mala opción. ¿Cómo no lo van a entrar a una escuela?

Rogelio: Lo sabemos. Es que queremos primero que aprenda inglés. Pues en una escuela normal, enseñan tal idioma más adelante. Es mejor que Mateo sepa algo del idioma, para que no se líe cuando le enseñen. Entrará a la escuela más tarde.

Alejandro: Pues siendo así, yo le puedo enseñar inglés.

Nataly escuchó eso último que dijo Alejandro, pues llegó en ese justo momento a traerle el plato de comida.

Nicole (sorprendida): ¿Tú enseñarle inglés? Creo que sí es mejor, que el padre le enseñe a su hijo.

Alejandro y Rogelio se miran entre sí, pues saben que no es verdad, ya que el verdadero padre de Mateo es Rogelio.

Rogelio: ¿Cuánto me cobrarías? Te podría dar quinientos dólares mensuales.

Alejandro: Acepto setecientos. Ni siquiera me pagas bien por estar en tu empresa. Sé que no son todos los días que voy, pero tienes el deber de darme algo. Lo que me das no me alcanza para mis… Gastos.

Rogelio: Está bien, te doy lo que pides, pero espero que el resultado sea efectivo, ¿perfecto?

MÁS TARDE
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CASA DE RICARDO
CUARTO DE RICARDO

Ricardo está acostado en su cama, con las luces apagadas y pensando distraído en Nataly, recordando algunos momentos en los que ha pasado con ella, como cuando se la encontró en el cementerio y cuando la sacó cargando de la habitación donde las empleadas se reúnen.

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CASA MORALES
CUARTO DE NATALY

Por otro lado, Nataly también se encuentra acostada en su cama, intentando dormir. Está pensando en lo sucedido de hace varias horas, transformada como una nueva mujer, llamada Ximena. En el cuarto de Alejandro, éste de igual manera, intenta dormir, pensando en la muchacha que conoció el día presente, Ximena. Se empiezan a enfocar varias veces las habitaciones de ellos tres: La de Nataly, la de Alejandro y finalmente, la de Ricardo. Más tarde, se ve la puerta de afuera de la casa de Fernando, éste abre rascándose los ojos del sueño. Al frente, está Nataly. Unos momentos después, los dos están platicando cerca de la casa de él.



Fernando: ¿Por qué necesitabas hablar conmigo? ¿Y a ésta hora? Tengo sueño.

Nataly: Siento haberte despertado, pero quería pedirte ayuda… Es que, me transformé (Fernando se extraña). Sí, hoy fui al salón de belleza de un centro comercial, me hice un cambio de look. Tan perfecto quedó que quedé casi irreconocible. Me estoy haciendo pasar por otra persona y alguien de la casa Morales, ya me conoció, como la chica nueva, Ximena Montero, así me cambié el nombre.

Fernando: Seguro estás enamorada de Alejandro, ¿no? Entonces tú misma te estás metiendo en la boca del lobo, haciéndote pasar por alguien más. ¿Qué harás cuando te descubran?

Nataly: ¡Sí, por eso no sé qué hacer! ¿Si parar esta situación o seguir saliendo con él…? Me humillaron. Él me trata mal viéndome como la simple sirvienta.

Fernando: (asentando con la cabeza) ¡Bien hecho! (Nataly lo mira desconcertada). Sí, ya que eres Ximena Montero, deberías aprovecharte de él y cobrarle su mal trato hacia ti. Tal vez sea un mal consejo, pero creo que s lo mejor. Ya tú irás viendo muchacha. Me voy a dormir ya, no quiero que mi hija Adriana se de cuenta que estoy ausente (le sonríe y se va a su casa).

Nataly se queda extrañada por lo que le dijo Fernando. Solo suspira con estrés.

AL DÍA SIGUIENTE
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CALLE PRINCIPAL

Paty está muy sonriente, mirando a sus alrededores y disfrutando del aire que hay, conduciendo por la calle del elegante vecindario, una bicicleta, llevando varias bolsas y paquetes. Deja de conducir cuando para al frente de Carmen, quien se encuentra en el jardín de afuera de la casa de familia donde trabaja.



Carmen: ¿Por qué estás tan feliz?

Paty: (le entrega un paquete de la bicicleta) Tomá boluda. Hoy amanecí muy contenta. ¡Con muchos ánimos!

Carmen: Gracias querida Paty. ¿Y esa bicicleta?

Paty: Cuando estaba en Argentina, solía salir con mi bicicleta a tomar aire fresco, y a saludar y sonreírles a todos los del camino. Me quiero sentir como un hada. Ojalá pudiera regresar de nuevo a Argentina, pero por el momento no puedo.

Carmen: (ríe) ¿Hada? En fin Paty, nos vemos.

Carmen va entrando a su casa, pero se detiene al oír las palabras que Paty empieza a pronunciar.

Paty: ¿Por qué te reís por lo del hada? Para vos no debo parecerlo, pero quiero sentirme que lo soy. Quiero volver a sentir la alegría de estar en mi pueblo natal, con mis dos hermanos menores, a los cuales extraño (casi llorando). Desde que mis padres murieron, me hice responsable de ellos. Ahora a los dos les tocan estar al lado de mi tía, quien a pesar de que no los trata mal, a mis dos hermanos no les gusta estar con ella, les incomoda.

Carmen: (murmurando desde lejos) ¿Se puso nostálgica porque se molestó con lo que le dije que no parece un hada? Qué raro, casi nunca se pone de ese modo. Se me hace que hoy es un día especial para ella (sospechosa).

CENTRO COMERCIAL

Alejandro está en el mismo centro comercial del día pasado. Se encuentra hablando con el jefe del personal de empleados.



Alejandro: ¿Cómo que Rosa renunció esta mañana?

Jefe de personal: Así es joven. Ésta mañana presentó su renuncia, no sabemos por qué, si se veía a gusto con el trabajo (se acerca a ellos una empleada de limpieza).

Empleada de limpieza: Perdonen que me meta, pero yo era muy amiga de ella. Aparte de haber renunciado, se mudó de casa. Tal parece que regresó a su pueblo natal.

Alejandro solo se queda sorprendido. Unos minutos después, él está bajando las escaleras eléctricas del centro comercial.

TIENDA DE TELÉFONOS MÓVILES

Nataly está comprando un avanzado celular táctil, en un almacén donde venden los teléfonos móviles. La muchacha sonríe. Un momento después, Nataly está realizando una llamada a Alejandro, pues conoce su número de celular, sin embargo él no contesta. Se enfoca la empresa de Rogelio y la oficina de Alejandro. Allí está el celular de éste, timbrando y vibrando.

MÁS TARDE
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CASA DESCONOCIDA

Nataly con cautela, está entrando en la casa que compró en el vecindario. De lejos, Ricardo logra verlo. Éste se desconcierta al verla a ella por allí. Dentro de la casa, la muchacha sonríe mientras se va adentrando más y más. Y por fuera, Ricardo continúa mirando, extrañado nuevamente cuando se da cuenta que otra muchacha está entrando. En la casa que compró Nataly, tocan el timbre. Nataly va y abre. Andrea, la amiga de Nataly, pasa.



Andrea (extrañada): ¿Por qué me citaste en el vecindario en el que trabajas? ¿Y por qué justamente aquí?

Nataly: Quería mostrarte esta casa. ¿Te gusta?

Andrea: Sí, es muy elegante, buena y se ve que cara. ¿Quién es la dueña?

Nataly: (mintiendo) La dueña de la casa no se encuentra. Yo le dije que cuidaría de la casa muy bien mientras ella estaba ausente. Entonces, me gustaría que tú y tu hija Abril, vivan aquí.

Andrea (sorprendida): ¿En…? ¿En serio?

Nataly: ¿Qué? ¿No te gustó la idea?

Andrea (sonriente): ¡Claro que sí! ¡Sería increíble vivir aquí! (va dando vueltas en la casa). Genial Nataly. Pero… Ya sabes. Es difícil creer que alguien dejó esta casa a tu cuidado. ¿No te cobra nada de renta para que te quedes viviendo aquí?

Nataly: Por supuesto que no. Bueno, es que conozco a muchas personas y en este vecindario tengo a varios amigos.

Andrea: Está bien amiga. Pero sí me gusta la casa y sería genial vivir aquí. Por el momento me voy ya, estoy preocupada por mi hijas Abril, que se quedó sola en casa. Nos vemos Nataly.

Nataly: Está bien Andrea, te cuidas, adiós.

Las dos amigas se sonríen mutuamente. Andrea se va de la casa y cuando Nataly también va a salir, Ricardo se para en frente de la puerta.



Ricardo: ¿Qué estás haciendo aquí Nataly?

Nataly: ¿Y tú también? Yo… Solo vine a visitar la casa de una amiga, que pronto se muda.

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CASA RIVERO
JARDÍN EXTERIOR

Lucía está en el jardín exterior de la casa donde trabaja. Está con la aspiradora, para quitar la basura que tiene todo el pasto. La empleada ve de lejos como llega Nicole a su casa, bajándose de un lujoso auto y entrando a su casa. Más tarde, Lucía está con un pastel en las dos manos, tocando el timbre de la casa Morales. Nicole abre y se indigna.



Lucía: (a Nicole) Escuché hace tiempo, decir de Nataly, que le gusta el pastel de fresa.

Nicole (recia): Está bien (se iba a ir pero Lucía la detiene).

Lucía: Lamento lo de antes… Amiga.

Nicole: ¿Qué dijiste?

Lucía: Nicole, ¿no me recuerdas?

Nicole: ¿Quieres que te enseñe a pedir disculpas? ¿Tu manera de pedir perdón es proponer que seamos amigas? (Nicole empieza a recordar el pasado).

FLASHBACK
CASA HUMILDE

Nicole está mucho más joven, es una adolescente universitaria. Está en un cuarto apagado, con velas rodeadas de dos fotos, donde están sus padres. En un momento dado, entra otra muchacha, Lucía de joven.

Lucía: ¡Llegué amiga! Dejé en la cocina unas cosas de comida. Quería venir a acompañarte en estos momentos duros para ti.

Nicole: (sonriéndole) Muchas gracias Lucy, eres muy buena.

Lucía: Entonces recemos por tus padres… (Inicia a rezar) Papás de Nicole, por favor nunca la olviden y cuídenla desde allá arriba. Mi amiga está muy agradecida con ustedes por todo. Y yo también estoy agradecida por haberla creado a ella y yo poder ser su amiga. Amén.

FIN DEL FLASHBACK

Nicole: ¿No tienes vergüenza de tu forma de disculparte?

Lucía: Lo siento, no debí haberte ofenderte. Fui muy tonta al venir aquí a tratar de recordarte el pasado. Fui muy tonta en tratar de volver a ser de nuevo tu amiga, siendo una miserable sirvienta. Permiso.

Lucía se retira de la casa, con la misma torta en las manos, la cual fue despreciada por Nicole. Más tarde, Nicole está sentada en el sofá de la gran casa. A su lado hay una camiseta, que se ve que es muy fina. Aquella ropa es la que compró Nataly para transformarse a Ximena, pero Nicole la confundió, pensando que es de ella. En ese momento llega Nataly.

Nicole: (a Nataly) Nataly, guarda ésta camisa en mi clóset. La trajeron de la va lavandería.

Nataly se da cuenta al instante que es de ella, pero no puede decir nada, al ver que Nicole la confundió. La muchacha va y al cuarto de Nicole para guardarla en el clóset de ropa de Nicole.



Nataly: (abrazando la camisa) ¡Oh, mi bebé! Me costaste muy cara… Pero luego tendrás que volver a mí (la guarda).

UNAS HORAS MÁS TARDE, NOCHE
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CASA DE FERNANDO
AFUERA

Paty que es la empleada de la casa de Fernando y la hija de éste, Adriana, abre de inmediato su puerta, sorprendiéndose al ver al frente de ella a las empleadas: Nataly, Carmen, Lucía y Antonia. La primera carga un pastel de chocolate con algunas velas encendidas. Empiezan a cantar la canción de cumpleaños.



Nataly (sonriente y cantando): ¡Feliz cumpleaños a ti!

Carmen (sonriente y cantando): ¡Te deseamos las cuatro!

Lucía (sonriente y cantando): ¡Feliz cumpleaños Paty!

Antonia (sonriente y cantando): ¡Feliz cumpleaños a ti! (Todas aplauden) ¡Apaga las velas!

Paty (feliz): ¡Muchas gracias chicas! (Apaga las velas y todas vuelven a aplaudir de nuevo) ¿Cómo se enteraron?

Carmen: Hoy te pusiste nostálgica. Hablamos entre nosotras mismas y deducimos que cumplías años y más con la confirmación de Nataly, no sí se acordaba. ¿Están tus dos jefes?

Paty: No (niega con la cabeza). Dijeron que saldrían esta noche a cenar en un restaurante.

Antonia: Entonces podemos entrar ¿no?

Todas las empleadas entran a la casa de Fernando. Paty sonriente las sigue.

BAR CERCANO

Alejandro está con Ricardo. Los dos están bebiendo con moderación.



Ricardo: ¡Casi que no logro convencerte! Es bueno salir a veces a algunas partes y no quedarse siempre en la misma monotonía.

Alejandro: Sí, tienes razón. ¡Ah! Hablando entre nosotros dos, tengo en qué y quién pensar (ríe pícaro).

Ricardo: Seguro… Te mantienes buscando a la abuela.

Alejandro: Eh, no me refiero precisamente a eso, pero sí. Hoy la fui a buscar de nuevo y me dijeron que renunció en el centro comercial, donde me dijeron que la vieron. Osea que sí estuvo allá.

Ricardo: Tal vez te esté evitando.

Alejandro: ¿Por qué? Si yo soy como un nieto para ella…

Ricardo: Debe tener sus razones. Por mi parte, también me pasa lo mismo que ti. Creo que me enamoré de una chica (se refiere a Nataly).

Alejandro: ¿En serio? (Ríe) ¿Y la conozco?

Ricardo: (evita la pregunta) No sé qué hacer, si pedirle una cita… Creo que ella es un poco prevenida.

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CASA DE FERNANDO
SALA

Todas las empleadas están reunidas en la sala de la casa, sentadas en los sofás, un tanto aburridas.



Antonia: ¡No debemos de quedarnos aquí sin hacer nada! ¡Vamos a bailar!

Nataly: Yo por mi parte no quiero. Hoy la Nicole es como si me hubiera quitado quinientos dólares (reacciona y se da cuenta que habló de más).

Carmen: ¿¡Eh!?

Paty: Tal vez te referís a cinco dólares.

Nataly: Ah, sí, cinco dólares. Es que estaba soñando alto (ríe).

Lucía: Y yo tampoco tengo ánimos de bailar. No he logrado reconciliarme con ella misma, la que se cree una gran diva, Nicole.

Carmen: Creo que debes de tener paciencia. Como ya nos contaste, es mejor que amigas del pasado no estén peleadas.

Lucía: Pero tampoco tiene derecho a despreciarme y humillarme como se le antoje. Tenemos la misma edad. Y díganme ustedes. ¿Soy peor que ella? Lo único que nos diferencia es el status social y nuestros niveles.

Paty: ¡Por supuesto que no boluda! Sos mucho mejor que esa vieja.

Lucía: Pensándolo bien, sí deberíamos divertirnos. ¡Vamos! (Animada)

Lucía se levanta y se acerca al equipo de sonido que tiene la sala.

BAR CERCANO

Alejandro y Ricardo siguen platicando.



Alejandro: Deberías de llamarla. De hecho a lo que me refería yo ahorita, era a eso mismo, que yo también creo que estoy un poco enamorado… (Se refiere a Ximena)

Ricardo (sorprendido): ¿Tú también? Entonces llamémosla al mismo tiempo.

Alejandro asienta con la cabeza y les empieza a marcar a Nataly y Ximena. La primera tiene dos celulares. Uno más avanzado que fue el nuevo que se compró y uno más viejo, que es para mostrarlo con Nataly. Alejandro y Ricardo no se imaginan que estén enamorados de la misma persona, pero una sencilla como es, y la otra transformada.

CASA RIVERO
SALA

Teresa y Cecilia, la esposa y amante de Alonso, están extrañadas por el ruido que se escucha en el vecindario. Es la música desde la casa de Fernando.



Teresa (seria): ¡Esa música!

Cecilia: Creo que suena desde la casa del señor Fernando. Qué raro. Los vi salir. Qué aprovechada es la sirvienta. Seguro debe estar reunida con otra de esas mujeres.

Teresa: Deberíamos ir a detenerlas como vecinas de Fernando.

Cecilia asienta con la cabeza y empieza a irse con su hermana, a la casa de Fernando.

CASA DE FERNANDO
SALA

Todas las empleadas se están divirtiendo. Nataly no escucha sus dos celulares que están guardados en los bolsillos de su uniforme de empleada. Paty, Carmen, Lucía y Antonia bailan de manera graciosa. La argentina anima a bailar a Nataly, quien está sentada en el sofá.



Paty: ¡Vamos Nataly! (La levanta del sofá y le lleva a bailar)

Nataly un poco más animada, empieza a bailar la música electrónica que se oye. Todas las empleadas se sorprenden por el movimiento de su amiga, pero la apoyan riéndose de ella. Todas continúan con la diversión. De repente, Lucía se sienta también en el sofá, cansada.

Lucía: ¡No aguanto más chicas! Aparte de estar cansada, no me saco de la cabeza a la vieja esa de Nicole, siempre con sus aires de diva y pisoteando a la gente a su antojo. ¡Iré a ponerla en su lugar!

Lucía se para del asiento pero todas las empleadas la detienen.

Carmen: ¡Espérate mija! Recuerda que la paciencia es la clave de la verdad. ¡Espérate!

En ese momento van llegando Teresa y Cecilia, pero se detienen al ver la plática de las empleadas.

Lucía: ¡No me quiero esperar más! Suficiente tengo con aguantarme a mis dos patronas, la esposa y la amante.

Carmen: Sí, en eso tienes razón. ¡Dos mujeres compartiendo a un hombre! Mejor cuéntanos. La más vieja que es la esposa y la otra que es la amante, ¿no muestran signos de divorciarse o de irse? (Cecilia trata de irse hacia ellas pero Teresa la detiene rápido). Deberían estar separadas. Todos los de esa casa son unos sinvergüenzas.

En ese momento Teresa y Cecilia terminan de entrar. Ven un recipiente lleno de agua con unas flores. Cecilia lo toma, saca las flores y les tira el agua a todas las empleadas. Éstas gritan asustadas y sorprendidas por la presencia de ellas dos.



Teresa: ¿No les da vergüenza reunirse todas a hablar a espaldas de otras personas? Además, son unas aprovechadas. ¡Ésta no es su casa ni mucho menos! Así que váyanse y dejen de ser chismosas. Por lo menos no somos mujeres con hijos y que luego los abandonamos (le echa la indirecta a Lucía).

Cecilia: (a Lucía) ¡Tú, no debiste haberte ido de nuestra casa! Eres la sirvienta y debes estar allí sin moverte a ningún lado (a Carmen). ¿Alguna vez has tenido por lo menos a un hombre para compartir la mitad? ¡A tu edad eres una solterona! A pesar de que mi hermana y yo compartimos mitades, no es algo para enorgullecernos, pero tampoco para despreciar.

Carmen: (se acerca a ellas) Lo sentimos todas Madam.

Teresa: ¡Eso no es suficiente para todo lo malo que dijiste de nosotras!

Carmen en ese momento se arrodilla. Todas las empleadas la ven sorprendidas, y un tanto molestas, al ver como su amiga se humilla a pedir perdón.

Carmen: Nos volvimos un poco locas por el momento… Por favor perdónenos.

Teresa: ¡Qué situación tan bochornosa!

Cecilia: ¡Y tú empleada ven con nosotros!

Teresa y Cecilia se van de la casa de Fernando. Lucía las sigue, mirando triste a Carmen. Nataly, Paty y Antonia se acercan a Carmen.

Carmen: Incluso ser empleada, es muy difícil… (Con lágrimas en los ojos)

BAR CERCANO

Alejandro y Ricardo están un tanto decepcionados porque Nataly, y creyendo Alejandro la existencia de Ximena, no contestan.



Ricardo: Qué lástima, no contesta y veo que la tuya tampoco.

En ese momento empieza a sonar el celular de Ricardo. Éste mira sorprendido al igual que Alejandro.

Ricardo: (contesta) ¿Hola?



Nataly: (en la otra línea) Hola, ¿para qué me llamaste?

Ricardo: ¡Hola! Lo que pasa es que… Estoy solo en u bar cercano y quería llamarte a que me acompañaras.

Nataly: Es un poco tarde, tal vez para otra ocasión. ¡Nos vemos! (Cuelga)

Ricardo: Mmm, me despreció, dijo que eres tarde. Y no loes todavía ¿verdad?

Alejandro: Sí, tienes razón. Por lo menos a ti te llamó. A mí no me ha devuelto la llamada ni siquiera (le empieza a sonar el celular).

Ricardo: ¡Para que veas que sí! ¡Qué casualidad! (Ríe)

Alejandro: (contesta) ¿Si, Ximena?

Nataly: (desde la otra línea cambia un poco la voz) Hola Alejandro. Me di cuenta que me llamaste, entones me gustaría saber qué necesitabas.

Alejandro: (sonriendo) Es que… Bueno… ¿Cómo te dijera? Quería que salieras un momento.

Nataly: Estoy un poco tomada (ríe). Para la próxima…

Alejandro: Eh, está bien. Entonces nos vemos.

Nataly: Buenas noches, te cuidas (sonríe).

Alejandro: ¡Buenas noches!

Justo antes de que Alejandro colgara su celular, Ricardo se lo arrebata y hace el sonido de un beso. Nataly desde su cuarto en la casa Morales, ya que ya llegó, se sorprende al escuchar el beso, creyendo que Alejandro lo envió. Alejandro regaña a su amigo por su imprudencia.

Alejandro (preocupado): ¿Qué hiciste?

Ricardo: ¡Nada! (Le entrega el celular) Solo te ayudé un poco (ríe).

Alejandro: (también ríe) Ya verás, me vengaré.

Ricardo: Sí, lo aceptaré. Así que hazlo por favor, Alejandro.

MÁS TARDE
CASA MORALES

Alejandro acaba de llegar a su casa. Nataly lo estaba esperando en la sala. Todas las luces están apagadas, solo reposa la de una lámpara que está encendida en la sala de la casa.



Nataly: (a Alejandro) ¿Acabas de llegar?

Alejandro: ¿No viste?

Nataly: ¿Quieres que te prepare algo? (Se acerca a él demasiado)

Alejandro: (se da cuenta que Nataly bebió) ¿Bebiste?

Nataly: ¿Yo por qué no te gusto? ¿Por qué soy sirvienta en esta casa? Por mi lado, tú si me gustas.

Alejandro se queda sorprendido ante la confesión de Nataly,

CONTINUARÁ…

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