lunes, 9 de febrero de 2015

La Nueva Empleada [Capítulo 12]

Carmen está sorprendida por los recuerdos que acaba de tener. La empleada sigue analizando varias cosas.



Carmen: Si no estoy equivocada, ¿por qué será que Nataly ha estado tan tranquila después de tener tanto dinero? ¿Por qué lo estará ocultando? (Muy pensativa)

MÁS TARDE
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CASA MORALES
HABITACIÓN DE ALEJANDRO

Nataly está hablando con Alejandro. Allí Ricardo también está presente.



Alejandro: (hablándole a Nataly molesto) No tenías por qué subir tú a mi cuarto. Yo con gusto iba a aceptar que Ricardo se quedara a dormir ésta noche en mi casa.

Nataly: Ya lo sé Alejandro, pero decidí acompañarlo a tu cuarto porque él mismo me lo pidió.

Alejandro: ¡Pero no tienes por qué tomarte esos atrevimientos! Eres la sirvienta de la casa.

Ricardo: ¿Por qué pelean tanto? (Muy extrañado) Siento que estoy viendo una pareja pelearse.

Alejandro: ¿Pareja? (Con burla) Claro que no... (A Nataly). ¿Creías que iba a echar a la calle a Ricardo? ¿Otra vez no estás confiando en mí?

Nataly: Por supuesto que no es así. Ya te dije por qué acompañé a Ricardo hasta aquí.

Alejandro: ¡Pues qué raro! Acompañar a Ricardo desde abajo hasta aquí, es algo muy extraño, ¿será que por un momento, te querías quedar a solas con él? (Celoso)

Nataly: ¿Eh? ¿Qué estás diciendo?

Ricardo: Ah… La vida de ustedes es muy dura. Ambos conviven en una misma casa y se mantienen peleándose. Gracias Alejandro por dejarme pasar ésta noche aquí, en tu casa (sonríe y Nataly se retira molesta).

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CASA DE ANDREA
HABITACIÓN PRINCIPAL



Andrea, la amiga de Nataly, se encuentra hablando por teléfono con alguien en la casa que compró Nataly, quien le mintió diciéndole a su amiga que los dueños de esa casa se habían ido de viaje y le dejaron la vivienda a su cargo. La muchacha tiene la luz de su cuarto apagada, sólo hay una lámpara encendida en la mesita de noche.

Andrea: (sorprendida hablando por teléfono) No me esperaba que su abuela iba a morir. Estaba muy bien de salud.

En el otro lado de la línea, se encuentran Tatiana y Felipe. Ambos están en el hospital en el que su abuela María murió, la anciana que atropelló Cecilia. El niño está dormido, recostado en las piernas de Tatiana. Ambos están sentados en una banca del hospital.

Tatiana: Así es tía (llorando): No sabemos qué hacer. Mi abuelita María era nuestra única compañía. Porque mi madre, osea tu hermana, fue atacada de un espantoso cáncer que la llevó a la muerte. Y mi padre desapareció en un viaje de negocios (desesperada). ¿Qué voy a hacer con Felipe? ¡Él solo tiene seis años! Y yo ni siquiera soy mayor de edad… (Con odio) Todo esto es culpa de la persona que atropelló a mi abuela paterna. Qué cobarde fue, ni siquiera se tomó la delicadeza de traerla a un hospital. Cuando alguien que la vio en medio de la carretera la trajo hasta aquí, era muy tarde.

Andrea (triste): Estoy de acuerdo contigo, mi amor. Pero yo no los voy a dejar solos, ustedes no han tenido una vida fácil. Los voy a ayudar…

Tatiana: ¡Tengo mucho miedo! Mi hermanito consiguió dormir (viendo al pequeño Felipe). Qué vergüenza contigo tía, te hice una llamada a tu casa en éstas horas de la noche, pero no tenía a quien acudir.

Andrea: No se preocupen, iré por ustedes. Tengo que llevarme a Abril para no dejarla sola. Pero Tatiana, necesito que te me digas el nombre el hospital y que averigües por dónde queda, por favor… (Preocupada)

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CASA DE RICARDO
CUARTO DE ANTONIA

La habitación de Antonia dispone de un par de camas separadas. Nataly y Antonia están platicando, ambas acostadas en las dos camas. Todo el cuarto se ve oscuro.



Nataly: Gracias Antonia por apoyarme. No quise dormir ésta noche bajo el mismo techo de ese engreído y malhablado de Alejandro.

Antonia: Claro que te apoyo, amiga. Al contrario, gracias a ti por hacerme compañía. Como te diste cuenta, Ricardo no quiso pasar la noche aquí y se fue a dormir a la casa de tus patrones.

Nataly: Pero eso me desconcertó mucho. ¿Por qué sería que no quiso dormir aquí? ¿Te peleaste con él?

Antonia: Algo así. Ya sabes… Es un poco gruñón, me vive regañando. De todas maneras, ésta es la casa de él. Si se molestó conmigo, debió echarme, pero decidió irse él.

Nataly: Eso lo hace una buena persona, Antonia (sonríe). Espero que ambos vuelvan a reconciliarse. No es bueno que la empleada esté molesta con el patrón, puede despedirte, pero creo que Ricardo tiene un buen corazón. No sería capaz de hacerlo.

Antonia sólo guarda silencio, muy pensativa.

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CASA MORALES

La pantalla se divide en dos. En el primer lado, está Alejandro en su habitación, tratando de dormir pero no logra hacerlo, pues se acuerda del momento en que se dio cuenta que la persona que a Ricardo le gusta, es Nataly. Y por el otro lado, se encuentra Ricardo en el cuarto de huéspedes, también pensando en Nataly y en las palabras de ella a él, cuando la muchacha le dijo que era una persona muy noble.

Entretanto, en el mismo vecindario, se enfoca el cuarto de una casa la cual no se ha visto antes. Allí está Carmen, acostada en su cama, sin poder conciliar el sueño. La mujer todavía está pensando en lo que descubrió hace unos momentos. Finalmente suspira.

AL DÍA SIGUIENTE
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Carmen está conduciendo una bicicleta, trayendo una bolsa con cosas de mercado. La empleada se detiene en el frente de la casa Morales, viendo que Nicole se despide de su marido Rogelio, puesto que éste se va a ir al trabajo junto con Alejandro. Nataly también está allí, parada en la puerta.



Carmen (pensando: Si Nataly es rica, ¿por qué quiere seguir siendo sirvienta? (Se retira en la bicicleta)

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CASA DE ANDREA

En la casa de Andrea, ésta les da el desayuno a Tatiana y Felipe. Abril también está presente.



Felipe (comiendo muy feliz): ¡Qué delicioso éste plato de cereal, tía Andrea!

Tatiana: Felipe tiene razón. Gracias tía por tu apoyo con nosotros, no sé qué haríamos sin ti.

Andrea (sonriendo): Es lo que me corresponde, tesoros (deja de sonreír). ¿Y su abuelita? Debe estar en...

Tatiana (triste): En la morgue. Quiero darle un entierro digno, pero no tengo dinero. Soy menor de edad para encargarme de los documentos de mi abuela y poder conseguir dinero.

Andrea: No te preocupes por eso, Tatiana. Ya contactaremos a algún abogado que nos ayude en eso. Te prometo que tu abuelita, la madre de mi cuñado, tendrá un sepelio digno (sonríe).

Felipe (extrañado): ¿La morgue? Me dijiste Tatiana que mi abuelita se fue de viaje eterno para el cielo. ¿Qué es morgue?

Andrea: Es un espacio en el cielo, mi amor. Tu abuela ahora está en un lugar mejor.

Andrea sonríe. Tatiana suspira con nostalgia, mientras Felipe sigue comiéndose el cereal con leche muy sonriente.

MEDIA HORA MÁS TARDE
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Cecilia se encuentra trotando por la carretera del vecindario. Tatiana sale de la casa de Andrea y alcanza a ver a Cecilia. Se ve en cámara lenta como ambas cruzan miradas, pero luego Cecilia continúa trotando normal. Tatiana no se imagina que ella sea la mujer que atropelló a su abuela María y no la auxilió.

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CASA MORALES
SALA

Nataly está al frente de Nicole. Ésta última tiene las piernas cruzadas y lee una revista de moda.



Nicole: Está bien, ya que hiciste todo el oficio de la casa, puedes irte. Tienes el día libre.

Nataly (sonriendo): Muchas gracias, señora. Regresaré en unas horas.

Nataly sin el uniforme de empleada, se retira de la casa. Se empiezan a intercalar varias escenas. En una de ellas, espera el autobús y cuando éste llega, se sube, sin percatarse que Carmen la está siguiendo. La empleada de más edad usa ropa sencilla y tiene un velo negro en el rostro para no ser reconocida. Se hace en los puestos de adelante mientras que Nataly se queda en los traseros. Carmen la observa por medio de un espejo que saca.

Más tarde, Nataly entra a un almacén de ropa. Carmen la sigue y se cubre con una camiseta el rostro. Nataly compra una camisa blanca con rayas rosadas y botones. Luego sale del almacén con el paquete en mano. Carmen se acerca a la vendedora.



Carmen: Disculpe señorita, ¿cuánto cuesta una camisa como la que se acaba de llevar aquella muchacha?

Vendedora (sonríe): El precio real es de cien dólares...

Carmen (sorprendida): ¿¡Cien dólares!?

Vendedora: Pero tiene ochenta por ciento de descuento, así que sale a veinte dólares.

Carmen sonríe y sale del almacén, viendo de lejos que Nataly entra a una cafetería.

Carmen: Quizás estoy haciendo mal en espiarla. Si tiene tanto dinero escondido, debe tener sus justas razones para no decirle a nadie que es millonaria.

Carmen se va por otro camino, decidiendo no seguir más a Nataly.

MIAMI'S ELEGANCE

Ricardo se encuentra en una joyería. El muchacho compra un lujoso collar blanco y luego lo paga en la cajera. Un par de minutos después, sale del lugar y hace una llamada por celular.

MÁS TARDE

La noche es pronta a caer en la ciudad. Alejandro está caminando por la acera, cerca de una cafetería. Acaba de salir de la compañía de Rogelio. De repente, se topa con Braulio, el padre de Nataly. Unos minutos después, ambos están conversando, en una cafetería. Braulio le sirve licor a Alejandro en una copa.



Alejandro: Sí señor, entiendo que el carácter de Nataly es fuerte porque ha sido herida muchas veces, pero eso no le da motivo para desconfiar de mí. Debería contarme todo lo de ella y no engañarme.

Braulio: Tendrás que tenerla paciencia. Si se pelearon, deberían reconciliarse. Espérame aquí.

Braulio se dirige a la barra de la cafetería, saca su celular y llama a Nataly.

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CASA RIVERO
HABITACIÓN DE CECILIA

Cecilia está acostada en su cama, viendo las noticias. En eso escucha que una mujer fue llevada a prisión por asesinato. Gracias a eso, Cecilia recuerda el momento en que atropelló a doña María. Lucía se dirige al cuarto de Cecilia con un vaso de agua. Justo antes de entrar, se queda escuchando lo que ella dice, hablándose así misma.



Cecilia (seria): Tengo que sacarme de la cabeza el momento en que atropellé a esa anciana. Seguro no sobrevivió (Lucía se sorprende). Pero yo no tuve la culpa, ella se atravesó y no alcancé a frenar.

Lucía se devuelve por el camino contrario, sorprendida por lo que escuchó decir por parte de Cecilia.

RESTAURANTE DE LA CIUDAD

Ricardo ocupa una de las mesas de un restaurante. En eso, viene Antonia, es ella a quien llamó. La muchacha tiene puesto un vestido blanco y elegante, siendo la mejor prenda que tiene. La joven toma asiento mirando seria a Ricardo.



Ricardo: Te cité aquí para darte algo... (Le entrega una caja pequeña y ella la abre viendo que es un lujoso collar)

Antonia: ¿Por qué me regalas esto? ¿Acaso es una despedida?

Ricardo: Es tu decisión si te vas o no. Sólo quería obsequiarte esto, pidiéndote disculpas por lo que pasó aquella noche, sin importar si cometí o no un error cuando estaba borracho.

Antonia: No me interesa lo costoso que haya sido éste collar (aleja el collar de ella). No lo quiero. Siento que me estás comprando.

Ricardo (enojado): Eres buena haciéndole dar lástima a los demás, ¿verdad?

Antonia (solloza): ¿Es así como resuelves tus problemas? ¿Con dinero?

Ricardo: Si recibes o no el collar y si te vas o no de mi casa, es tu decisión. No seré tu semáforo para retenerte.

CAFETERÍA

Alejandro sigue platicando con Braulio.



Alejandro: Cuando dos personas salen, deberían confiar el uno al otro. En cambio ella...

Braulio: (levantándolo de la silla cogiéndolo de la camisa) ¿Por qué hablas mal de mi hija a sus espaldas, traidor?

Alejandro: ¡Claro que no, señor, yo sólo...!

En ese momento, entra Nataly a la cafetería. Braulio la llamó. La joven con el paquete que compró en mano, va y detiene a Braulio. Alejandro se sienta de nuevo muy asustado.

Nataly: ¿Qué haces, papá? (Braulio se sienta y ella también).

Braulio: La llamé porque quería reunirlos después de que pelearon.

Nataly: (tomándose una copa de trago de un solo sorbo) ¿Por qué lo tomaste de la camisa, papá? No tienes derecho a hacerle eso al hombre que quiero.

Alejandro: Es mi culpa, Nataly, yo... (Se sorprende al ver que Nataly se toma otros dos tragos)

Braulio: ¿Ya viste los tantos defectos de éste hombre?

Nataly: (bebe una copa más) Claro que sí, papá. Pero nadie es perfecto. Todos tenemos defectos. A ti te gusta beber y apostar. A mí me encanta comprar billetes de lotería. ¿Y sabes? ¡He ganado!

Braulio se sorprende y Alejandro abre los ojos como platos al ver que ella está a punto de confesar que es millonaria.

Alejandro (pensando: Si le cuenta todo a su padre, él se interesará por su dinero)

Braulio: ¿Tienes dinero, cuánto?

Alejandro: Don Braulio, creo que Nataly está un poco tomada, no le haga caso.

Nataly: ¡Gané la lotería y tengo mucho dinero! ¿Quieres saber cuánto? (Después de una breve pausa) ¡Tengo...!

Y justo antes de hablar, Alejandro la toma con delicadeza del rostro y la besa. Braulio suspira y se retira de la cafetería. Alejandro al ver que ya se fue, se desprende de Nataly. Ésta se sonroja y entre ambos hay un silencio profundo.

MÁS TARDE
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CASA DE RICARDO
COCINA

Ricardo también está bebiendo trago. Antonia en pijama, entra a la cocina y se para frente a él.



Antonia: ¿Podrías decirme quién es esa mujer que te gusta?

Ricardo: ¿Por qué esa pregunta de repente?

Antonia: Sólo quería compararme a ella y ver si tiene más habilidades que yo (ve que Ricardo no responde nada) ¿Acaso es esa Adriana? La rubia engreída...

Ricardo: Ella no es. ¿En qué la superas?

Antonia: Sé cocinar, organizar la casa, soy más joven... ¡Dime quién es! Si es mejor que yo, me rendiré y no seguiré insistiéndote (después de una pausa) ¿Es alguien del vecindario? Paty, Lucía, Nataly... ¿¡Quién!?

Ricardo: Nataly... Es ella de quien estoy enamorado pero no me corresponde. Y ahora, deja de hacerme preguntas y no intentes meterte en un triángulo amoroso. ¿Entendido?

Ricardo se retira enojado. Antonia respira profunda y cierra los ojos. Ricardo sale de la casa y se topa con las empleadas Paty, Carmen y Lucía.



Lucía: Buenas noches. Queríamos preguntarle si Antonia puede ir mañana de compras con nosotras.

Ricardo: Por supuesto, ni siquiera deben pedirme permiso. Vayan de compras con ellas. Y ajusten con esto...

Ricardo saca de su billetera varios dólares y se los entrega a Carmen sonriendo.

Carmen: Oh, qué amable. Si yo fuera más joven... (Se acomoda el sostén)

Ricardo se ríe y Carmen cuenta los billetes.

AL DÍA SIGUIENTE
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Es un día muy bonito en Miami. Antonia sale de la casa de Ricardo con un bolso grande en su espalda. La joven empleada se dirige a la salida del vecindario.

Más tarde, Ricardo se levanta de su cama, descalzo y con pijama. El muchacho va hacia la nevera y justo cuando la va a abrir, ve una nota pegada allí.



Ricardo: (leyendo la nota) Busca a otra empleada, decidí irme de la casa (deja de leer y abre los ojos como platos).

Ricardo sale corriendo al cuarto de Antonia y ve que no hay nada de ropa y el uniforme está encima de la cama. Luego, sale lo más rápido posible de la casa, descalzo y en pijama. Nataly de lejos se encuentra yendo a la casa de Andrea. Alcanza a ver a Ricardo.



Nataly (extrañada): Está loco, ¿cómo sale de su casa así?

Ricardo corriendo sale del vecindario y llega a la carretera. En el paradero de bus no ve a nadie. Ricardo se pasa las manos por el rostro preocupado. Entretanto, en la casa de Andrea, ésta se encuentra platicando con Nataly, ambas sentadas en la sala bebiendo café.



Andrea: Que bien amiga que viniste a hacerme la visita, ya te extrañaba (sonríe).

Nataly: Igual yo, ¿y dónde está la pequeña Abril?

Andrea: En la habitación de arriba jugando con sus dos primos. Fíjate que para ellos dos no hay una buena situación, alguien atropelló a su abuela, ella era la única que los cuidaba.

Nataly: ¿La atropellaron? (Se sorprende) ¿Y cómo está?

Andrea: (se entristece) Murió, no fue llevada al hospital a tiempo. La persona que la arrolló huyó y cuando alguien la vio tendida en la calle, la llevó a urgencias pero no resistió.

Nataly (sorprendida): ¡Vaya! Es una verdadera lástima, pobres muchachos.

CARRETERA DE MIAMI

Un bus está siendo conducido por una de las carreteras de Miami, y se está dirigiendo a las afueras de la ciudad. Antonia es una de las pasajeras, la muchacha está cruzada de brazos, mascando chicle y escucha música con los audífonos puestos.

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CASA MORALES
ENTRADA

Nataly está yendo a la casa Morales y justo antes de entrar, ve que Ricardo se está dirigiendo a su casa cabizbajo. Unos minutos más tarde, los dos se encuentran platicando, sentados en una banca afuera de la casa de él.



Nataly: Entonces Antonia renunció y se marchó. ¿A dónde se metería? (Preocupada)

Ricardo: Espero que no haya cometido una locura. Ojalá regrese, aunque pensándolo bien, no la voy a presionar. Si vuelve o no, será su decisión.

Nataly guarda silencio ante las palabras de Ricardo.

MÁS TARDE
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CASA MORALES
COMEDOR

La familia Morales se encuentra almorzando, sentados en el comedor. Rogelio es quien encabeza la mesa.



Nicole: ¿Dónde se metería la sirvienta? Debería ser más eficiente y menos mediocre. Dejó la comida lista pero nos tocó traerla para acá.

Alejandro: La empleada no es ninguna inútil ni mediocre. Seguro tuvo algo importante que hacer.

Rogelio: (riendo) ¿La estás defendiendo? Y eso que antes la odiabas, Alejandro.

Alejandro se retira del comedor un tanto molesto. Nicole y Rogelio se quedan extrañados.

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CASA DE RICARDO
HABITACIÓN DE ANTONIA

Todas las empleadas están buscando algo en el armario de Antonia, el cual tiene varios cajones.



Lucía: Se llevó toda la ropa. Yo no he encontrado nada, ¿para dónde se iría?

Paty: ¡Qué loca es esa boluda! Seguro peleó con Ricardo y sólo por eso se fue. ¿Será que regresó a su casa?

Nataly: No lo creo, recuerden que escapó hace mucho tiempo. Si su madre la volviera a recibir, sería un completo milagro.

Carmen: Tienen razón. Lo mejor es esperar a que regrese ella sola. No tiene a dónde ir, quizás sólo es un susto.

Nataly: (suspirando) Ah… La situación ahora no es tan fácil para todos. Los sobrinos de mi amiga Andrea se están hospedando en su casa, pues la abuela de ellos murió después de ser atropellada. Lo peor es que la persona que la arrolló no la llevó a tiempo al hospital.

Todas las empleadas se sorprenden por lo que les cuenta Nataly, especialmente Lucía.

Lucía (pensando: Siendo ese el caso, estoy segura que fue Cecilia quien la atropelló. Las palabras que escuché decir de su boca eran muy extrañas)

AFUERAS DE MIAMI

El bus en el que está viajando Antonia, se detiene en una terminal de buses, en las afueras de Miami. Los pasajeros se bajan, Antonia coge su bolso y también se empieza a retirar, pero luego se detiene al escuchar las palabras del conductor.

Conductor del bus: Todavía están a tiempo de no bajarse del bus. Ya que tengo que regresar al centro de Miami, las personas que se hayan arrepentido en llegar hasta acá, pueden venir conmigo. Pero una vez que se bajen del bus, ya no hay vuelta atrás (Antonia se queda pensativa).

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LAVANDERÍA

Carmen llega a la lavandería del vecindario. Los encargados le entregan una falda perteneciente a ella.



Carmen (sonriente): ¡Oh, muchas gracias! Parece nueva… (Refiriéndose a la falda)

Encargado: Que bien que le gustó, Carmen. Oye, tú que vives cerca de la casa de la Madam Nicole, ¿podrías entregarle esto?


(Duración: Todo completo)

El encargado le entrega una ropa envuelta en una bolsa transparente y colgada en un gancho a Carmen. Ésta se sorprende, pues la ropa es idéntica a la que Nataly había comprado para hacerse pasar por Ximena Montero.

FLASHBACK
CENTRO COMERCIAL

Nataly y Alejandro llegan a un ascensor, que cuando se abre, casualmente están allí las cuatro empleadas, ninguna reconoce bien a Nataly. Paty, Carmen, Antonia y Lucían cargan varios paquetes.



Alejandro: Creo que es mejor que esperemos otro ascensor…

Nataly: ¿Qué dices? Entremos.

FIN DEL FLASHBACK



Carmen (pensando: Pero si es la misma ropa, ¿será que Nataly se lo había pedido prestado a Nicole para usarlo ella? Definitivamente, la del ascensor del centro comercial, era Nataly) Claro que sí, le entregaré la ropa a Madam.

Encargado: ¡Muchas gracias de verdad! (Le sonríe)

Carmen sale de la lavandería y ve de lejos a Nataly. La empleada la mira de manera seria y esconde el vestido por detrás. La mujer se queda observando a Nataly y ve que ella entra a la casa de Andrea. Con rapidez, Carmen va hacia la casa y se aprende la dirección.

Carmen: Y entre todo esto, ¿desde cuándo Andrea de había mudado a éste vecindario?

Carmen toca el timbre de la casa y cuelga la ropa en la perilla de la puerta, luego sale corriendo. Nataly sale a abrir y se sorprende al ver el vestido colgado en la manija de la puerta.



Nataly (sorprendida y asustada): ¿Qué está haciendo esto aquí?

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CASA RIVERO
ESTUDIO

Alonso está escribiendo un documento en el escritorio del estudio de la casa. En eso entra Cecilia.



Cecilia: Alonso, ¿qué has estado haciendo todo éste tiempo encerrado aquí? (Se va acercando a él extrañada)

Alonso trata de esconder el documento que estaba escribiendo, pero no tiene tiempo. Cecilia llega allí y alcanza a ver el título de dicho documento.

Cecilia (sorprendida): ¿¡Testamento!?

MÁS TARDE
AGENCIA INMOBILIARIA
OFICINA PRINCIPAL

Carmen está ingresando a la oficina principal de la agencia inmobiliaria del vecindario Street Winklent. Adriana la recibe sonriente.



Adriana (sonriente): ¡Muy buenas tardes! ¿Qué desea?

Carmen: Bueno, yo vine a hacer una pregunta (después de una breve pausa). Es que estaba buscando a alguien del vecindario Street Winklent, y no recuerdo el nombre de la persona, pero me sé la dirección (le entrega un papel con la dirección). ¿Podría decirme quién vive en ésta casa?

Adriana: Espere checo la dirección en el computador.

La muchacha empieza a escribir la dirección de la casa de Andrea en el computador y allí sale una información.

Adriana: La casa está a nombre de Nataly Molina y la compró ahí mismo que se la presenté.

Carmen (impactada): ¿Quiere decir que ella no la pagó por contados mensuales?

Adriana: (negando con la cabeza) No… La verdad es que es una de las casas más bonitas y elegantes del vecindario. Si está interesada por una casa similar, puede decírmelo.

Carmen: Sí, me encantó el diseño. ¿Qué precio tiene pagándolo en una sola cuota?

Adriana: El precio es de sesenta mil dólares. Pero si decide pagarla por cuotas, valdría…

Adriana estaba distraída en el computador. Se sorprende al mirar para el frente, pues ya no ve por ningún lado a Carmen y sólo ve la puerta abierta. Afuera de la oficina, se encuentra Carmen caminando a pasos lentos.

Carmen (impactada): ¿Sesenta mil dólares…? Entonces no estaba equivocada.

MEDIA HORA DESPUÉS
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CASA RIVERO
SALA

Alonso está sentado en un sofá, con el documento del testamento en mano. A su lado derecho está Teresa y en el izquierdo, se encuentra Cecilia.



Teresa: Nos has hecho esperar casi dos horas, Alonso. ¿Por fin leerás el testamento?

Cecilia: ¡Léelo en voz alta! (Muy interesada) Si ya lo terminaste de escribir, cuéntanos tu decisión.

Alonso: ¿Pero cuál es el apuro? (Extrañado) Ya estoy viejo pero todavía quiero vivir muchos más años. Escribí el testamento porque me apetecería hacerlo ya, pero bueno… Se los leeré (Comienza a leer el documento) La tercera parte del dinero, se la dejaré a sombra de la mujer que me ha acompañado por mucho tiempo (se refiere a Cecilia).

Cecilia: Di también los nombres, Alonso. ¿A quién te refieres?

Alonso: Ustedes lo supondrán por sí solas. Yo sólo leo el testamento, ¿perfecto? (Sigue leyendo) La segunda parte de dinero, será para la mujer que me ha cuidado y me ha tratado de apoyar (se refiere a Teresa). Y la parte con más cantidad de dinero, se la dejaré a la persona que me ha dado de comer. Ustedes dos, Teresa y Cecilia, siempre han sido mantenidas por mí, y nunca me lo han agradecido, a pesar de que una sea mi esposa y la otra, sea mi cuñada.

Teresa: ¿Qué quieres decir con que le dejarás más dinero a la persona que te ha dado de comer?

Cecilia: Se refiere a la sirvienta… (Muy seria) ¡Es ella quien le ha dado la comida y se la servido! Le dejará la mayor cantidad de dinero a la miserable sirvienta, como si fuera una de sus familiares (molesta).

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Son más de las cinco de la tarde en Miami. La ciudad empieza a oscurecerse. Carmen llega hasta la entrada de su casa, aún sigue muy sorprendida por las sospechas que acaba de confirmar. En la entrada, se encuentra Antonia cargando su bolso. La estaba esperando desde hace varios minutos.



Carmen: Hola Antonia (Reacciona) ¡Pero si has regresado! ¿No habías renunciado a tu trabajo?

Antonia (sonriendo): Sólo iba a ser un viaje repentino, pero decidí regresar porque no quería dejarlas a ustedes, mis amigas. La verdad es que no quiero ir a la casa de Ricardo por el momento. ¿Puedes dejarme quedar aquí un par de días?

Carmen: Por supuesto, debo hablar contigo. Hay que reunir a las demás empleadas, a excepción de Nataly.

DOS HORAS MÁS TARDE
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La noche ya cayó sobre Miami. Nataly se encuentra hablando con Alejandro. Ambos caminan por la acera principal del vecindario.



Nataly: ¿Entonces te gustaría reunirte con mi papá? ¿Y para qué? (Sonríe)

Alejandro: Sólo quiero hablar con él. Le debo una disculpa por lo que pasó la noche pasada, por poco nos peleamos.

Nataly: Me quedé sin saber por qué estaban discutiendo.

Ricardo pasa por la misma acera. El joven se topa con Nataly y Alejandro.



Ricardo: ¡Oh, pero qué bien! Me alegro de que estén juntos, así arreglan sus diferencias.

Ricardo alcanza a ver que las cuatro empleadas, Paty, Carmen, Antonia y Lucía se están dirigiendo hacia Nataly. Ésta se sorprende al ver a Antonia, al igual que Ricardo.

Nataly: (dirigiéndose hacia Antonia) ¡Has regresado, Antonia! Que bueno verte por aquí (sonríe)



Antonia: No quiero hablar de eso. Más bien vinimos a otra cosa. ¿Hablamos aquí o adentro? (Ricardo y Alejandro se acercan curiosos)

Ricardo: ¡Vaya! ¡Has aparecido! ¿Qué quieren hablar con Nataly? Las veo muy serias.

Paty: Hablemos aquí, boludas. No tienen que haber secretos entre todas nosotras. Y si Alejandro y Ricardo están presentes, mucho mejor, así se enteran que estamos decepcionadas de ti, Nataly (Alejandro y Ricardo se extrañan y Nataly se sorprende)

Carmen: No deberías vivir así, Nataly. Estamos muy sorprendidas por tu forma de ser, has cambiado mucho…

Nataly (asustada): Car… Carmen…

Lucía: ¿Lo revelamos nosotras o quieres confesarlo tú?

CONTINUARÁ…

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