lunes, 2 de marzo de 2015

La Nueva Empleada [Capítulo 16]



Lucía (aterrada): ¡Ah! (Gritando muy asustada) ¿Qué pasa?

Nataly también se marea y sufre un desmayo. Lucía se lleva la mano a la boca muy impactada. La mujer estando muy angustiada, toma el teléfono de la habitación para llamar a la recepción.

Lucía: (después de que contestan) ¡Rápido, envíe dos ambulancias! ¡Cuatro huéspedes se acaban de desmayar! ¡Rápido!

Recepcionista: (en el otro lado de la línea) Por favor cálmese, señora…

Lucía: ¡¡Rápido, le digo!! (Cuelga)

Veinte minutos después, varios enfermeros están llevando cuatro camillas. En cada una va cada empleada. Dos de las mujeres son introducidas en una ambulancia y las otras dos en una segunda ambulancia.

Lucía: (a un enfermero) ¿A qué hospital la llevan?

Enfermero: Al hospital central de Miami.

Los enfermeros terminan de subirse a la ambulancia y se marchan. Una azafata se acerca a Lucía.

Azafata: Tenemos guardadas las bolsas de basura, señora. Nunca nos imaginamos que tendrían algo tan valioso escondido en bolsas de basura. Las íbamos a mandar al Departamento de Deshechos, sin embargo nos extrañó, por lo que la revisemos y nos dimos cuenta del contenido…

FLASHBACK
VECINDARIO STREET WINKLENT
CASA MORALES
ENTRADA

Nataly, Carmen, Paty y Antonia terminan de llegar afuera. Lucía se acerca a las empleadas muy extrañada.



Lucía: ¿Qué hacen con todas esas bolsas de basura?

Nataly: Es que…

Carmen: Ésta muchacha es tan perezosa que prefiere dejar acumular la basura para luego sacarla… Lucía, ya no jugaremos más cartas, pero mañana nos reuniremos nuevamente.

Lucía (se sorprende): ¿Qué? (Sonríe) Está bien, al menos déjenme ayudarlas…

Lucía trata de coger una de las bolsas pero todas las empleadas se alejan de ella.

FIN DEL FLASHBACK

Lucía se desconcierta. Unos minutos más tarde, se ve como Lucía ingresa a un taxi con las bolsas de basura de todas las empleadas. El taxi arranca.



Taxista: ¿A dónde la llevo, señora?

Lucía: Al hospital central, por favor…

El taxista asiente con la cabeza. Lucía curiosa, abre una de las bolsas de dinero. La empleada se impacta al ver todo esa gran cantidad de dólares. Lucía cierra rápidamente las bolsas y procede a abrir otra, confirmando que todas están llenas de dinero.

Lucía: ¡Espere, por favor! (Después de que el taxista se detiene) Ya no deseo ir al hospital, por favor lléveme a cualquier hotel, exceptuando del que acabé de salir.

Taxista: La llevaré entonces al hotel Courtyard Miami Downtown (continúa conduciendo).

DIEZ MINUTOS DESPUÉS
AMBULANCIA 1

Nataly y Carmen están dentro de una de las ambulancias. La primera abre los ojos con lentitud al igual que la otra.



Carmen (confundida): ¿Dónde estoy…? (Se va levantando)

Enfermero: En una ambulancia, vamos directo al hospital. Por favor descanse.

Nataly y Carmen abren los ojos de la sorpresa y se miran entre sí muy sorprendidas. Lo mismo sucede con la segunda ambulancia. Paty y Antonia despiertan. La pantalla se divide en dos, mostrando ambas ambulancias.



Nataly, Carmen, Paty y Antonia: (al unísono) ¡Devuélvanse al hotel!

Los enfermeros se desconciertan por lo que les pide las empleadas.

Carmen: ¡Ahora mismo! (Con mirada desafiante)

Enfermero (nervioso): Lo siento mucho, no tenemos la orden de regresar al lugar de donde las trajimos. Estamos cerca del hospital, de allí podrán ir al lugar que quiera.

Nataly y Carmen suspira entre sí muy preocupadas.

RESTAURANTE DE LA CIUDAD

Alejandro, Nicole, Rogelio y un abogado están almorzando en un fino restaurante. El tercero ya salió en libertad.



Rogelio: Lamento haberlos hecho preocupar, Nicole y Alejandro (sonríe mientras bebe vino). Gracias a usted estoy libre, abogado Méndez.

Abogado: (sonríe) En realidad fue gracias a su hijo, señor Morales. Me contrató y pude lograr que quedaras libre, por falta de evidencias. Aunque aún siguen las investigaciones en contra de usted.

Rogelio: (sonriéndole a Nicole) Exacto, no hubieron muchas pruebas.

Abogado: Aunque oí que tenía un billete de lotería escondido en un banco, sin embargo…

Rogelio: (le interrumpe) Sin embargo revisaron y no encontraron nada. Las cámaras de seguridad grabaron el momento en que supuestamente guardé un billete de lotería, pero al revisar, no había nada. Es claro, alteraron los videos.

Rogelio sonríe con malicia, mientras Alejandro decide guardar silencio, tanto él como Nicole saben que Rogelio sí tenía un billete de lotería, sin embargo desapareció después de que Rogelio le pidió a Nicole que lo tomara y para desgracia del Departamento de Policía, no hubieron grabaciones de cuando Nicole entró al banco y tomó el billete. El motivo de esto último se desconoce.

HOTEL DOWNTOWN MIAMI
MÁS TARDE

Nataly, Carmen, Paty y Antonia llegan corriendo a la recepción del hotel donde se hospedaban las bolsas de dinero.



Carmen (preocupada): Recepcionista, ¿dónde está la mujer que estaba con nosotras cuatro? Nos desmayamos y hubo un escándalo por eso.

Recepcionista (sonriendo): Ah sí, la mujer se fue en un taxi. Dijo que iría al hospital donde ustedes fueron enviadas. A ella se le entregaron las bolsas de basura.

Las cuatro empleadas suspiran muy preocupadas por su dinero. Unos segundos después, se van corriendo de allí.

MÁS TARDE
HOTEL COURTYAND DOWNTOWN MIAMI
HABITACIÓN 401

Son poco más de las cuatro de la tarde. Lucía se encuentra sentada en la cama de la habitación que hospedó. A su lado, hay dos maletas grandes, las cuales tienen dentro todas las bolsas de dinero.



Lucía (indecisa): ¿Qué hago? (Se mira el reloj)

Lucía se queda pensativa sin saber que hacer.

VECINDARIO STREET WINKLENT
CASA DE FERNANDO
SALA

Nataly, Carmen, Paty y Antonia llegan corriendo a la casa de Fernando.



Paty: ¡Patrón! (Gritando) ¡Patrón! (Deja de gritar) No está…

Las cuatro empleadas se dirigen al cuarto de Lucía y comienzan a esculcar todo.

Paty: ¡Miren, boludas!

Paty coge un celular que estaba encima de la mesita de noche y se lo enseña a las demás empleadas.

Antonia: Es el celular de Lucía, no se lo llevó, entonces…

Carmen: ¡No podremos encontrarla!

Paty revisa el celular de Lucía y encuentra un mensaje de texto.

Paty: ¡Ay, pelotudas! Aquí enviaron un mensaje sobre la tarjeta de crédito hace más de una hora, dice… (Comienza a leer) Gracias por comprar en Shopping Miami. El dinero fue depositado a su cuenta bancaria (termina de leer)

Carmen (furiosa): Ya empezó a gastarse nuestro dinero. ¡Es una ladrona! Hay que denunciarla…

Nataly: ¡Claro que no! ¡Carmen!

Antonia: No es tan mala idea. Más bien, denunciarla no… ¿Qué tal si decimos que Lucía está desaparecida? Así la encontramos fácil y le reclamamos.

Nataly: No, de todos modos nos descubrirían… Además, nosotras también caeríamos en la cárcel. Escuché que el señor Rogelio fue detenido por evasión de impuestos. Nos van a interrogar sobre dónde sacamos tanto dinero, sería sospechoso. Además el señor Fernando también caería preso, porque fue quien me compró el billete de lotería.

Carmen: Tendremos que seguir esperando a ver qué sucede… (Pensativa) A ti Nataly no te duele tanto, porque la bolsa de dinero que te trajimos al hotel, era sólo la mitad del dinero. ¡Al menos te queda más de un millón de dólares! En cambio nosotras, sí perdimos todo (cruza los brazos).

AL DÍA SIGUIENTE
VECINDARIO STREET WINKLENT
CASA MORALES
JARDÍN

Nataly y Ricardo están conversando sonriendo, sentados en una banca de madera que hay en el jardín de la casa Morales. Alejandro de lejos los ve. Unos minutos más tarde, Nataly va a entrar a la casa y en eso Alejandro la toma del brazo un tanto celoso.



Alejandro: ¿Qué estabas hablando con Ricardo?

Nataly (extrañada): Nada, sólo…

Alejandro adentra a Nataly a la casa y se dirige rápidamente a la sala, en donde están Nicole y Rogelio. La primera lee una revista, mientras que Rogelio, observa las noticias del periódico.

Alejandro (a Rogelio): Busca a otra empleada, papá (él sigue leyendo)



Rogelio: Claro que no, tú no mandas en esta casa. No despediremos a la sirvienta.

Nicole: (deja de leer) ¿Por qué la piensas despedir? (Extrañada)

Alejandro: Porque Nataly no seguirá siendo la sirvienta, a partir de ahora, vivirá conmigo.

Nataly (nerviosa): ¿Qué dices, Alejandro? (Rogelio deja a un lado el periódico).

Nicole: ¿De qué hablas? Ya están viviendo juntos…

Alejandro: Pero me refiero a lo que una vez platiqué con papá. Nataly y yo tenemos algunos sentimientos y no pienso rechazarla sólo porque sea una empleada. Temo que no hago nada, me la puedan arrebatar (Nicole y Rogelio ríen levemente) Desde mañana, no será más la empleada. Trátenla como mi familia, de lo contrario.

Rogelio (desafiante): ¿De lo contrario qué?

Alejandro (después de una leve pausa): Es una decisión irreversible y por eso, quise enfrentarme a ustedes, para que estén al tanto.

Alejandro se va con Nataly, ambos estando tomados de la mano. Rogelio se levanta muy molesto y suspira, pero luego se calma. Nataly y Alejandro llegan a la habitación de la primera y luego se abrazan.

VECINDARIO STREET WINKLENT
CASA DESCONOCIDA
HABITACIÓN DE CARMEN

Carmen y Antonia están sentadas en dos distintas camas. De repente, la puerta del cuarto se abre y entra Paty con el celular de Lucía.



Paty (sobresaltada): ¡Boludas, boludas! Después de que dejé el desayuno listo en la casa del señor Fernando, estuve revisando el celular de Lucía, y hace varios minutos llegó un nuevo mensaje.

Carmen y Antonia se levantan y se acercan muy curiosas.

Carmen: ¿Qué dice el mensaje?

Paty: (leyendo) Agencia de viajes… (Deja de leer y se espanta). ¡Lucía va a escapar!

Carmen y Antonia se miran entre sí. La primera de inmediato, saca su celular propio del bolsillo y empieza a marcar un número.

Carmen: (después de que le contestan) ¿Policía de Miami?

QUINCE MINUTOS MÁS TARDE
VECINDARIO STREET WINKLENT
CASA MORALES
ENTRADA

Nataly y Carmen están frente a frente. Las dos lucen seria, especialmente la segunda.



Carmen: La denunciamos a la policía, cumplí mi palabra.

Nataly (sorprendida): ¿¡Qué dices!?

Carmen levanta su mano y le enseñe el mensaje de texto a Nataly, del celular de Lucía.

Carmen: Si lees, te darás cuenta que le enviaron un mensaje de la agencia de viajes. Está depositando nuestro dinero en su cuenta bancaria y descaradamente, saca cuando le place. Va a viajar a Colombia, según el mensaje de texto.

Nataly: (leyendo) ¡Tenga un buen viaje a Colombia! (Para de leer y Carmen baja la mano).

Carmen: Se está vengando de nosotras, quiere que sepamos lo que se siente ser traicionado.

Nataly: Pero Carmen…

Carmen: Antonia le pidió a Ricardo que nos llevara al aeropuerto. Depende de ti lo que quieras hacer, de todos modos, no creo que te importe. No estás molesta ni deprimida porque te quedó una buena parte de dinero, mientras que nosotras, quedamos completamente vacías (se va muy seria).

Nataly iba a llamar a Carmen pero luego se detiene. La cámara enfoca cuando Carmen se sube al auto de Ricardo con Paty y Antonia.



Ricardo: ¿A dónde vamos?

Carmen: Al aeropuerto, tenemos que detener a una ladrona.

Ricardo se queda extrañado por lo que dice Carmen. El auto arranca. No muy lejos, Nataly llega hasta la casa de Fernando y toca insistentemente. Él abre la puerta.

Nataly: ¡Señor Fernando! Hay un grave problema. Resulta que el billete de lotería que usted me compró, en realidad también le pertenecía a las empleadas. Nosotras nos quedamos con todo y excluimos a Lucía (él se sorprende). Ella se enteró y está huyendo con todo el dinero, sintiéndose traicionada por nosotras.



Fernando: Comprendo, con razón me llamó a pedirme disculpas diciendo que se ausentará por dos semanas.

Nataly: El caso es que Carmen, Paty y Antonia la denunciaron con la policía. Si encuentran el dinero…

Fernando (preocupado): Si encuentran el dinero, podría ser considerado como algo ilegal y se abriría una investigación en contra tuya, de las empleadas, de la otra persona a la que le intercambié el billete de lotería por cuadros de pinturas y piezas de oro… Y por supuesto, yo también estaré muy afectado. Lo peor de todo es que el dinero quedaría podrido, no serviría para nada.

Alejandro se va acercando extrañado por la conversación entre Nataly y Fernando.

Nataly: ¡Entonces vayamos tras ellos! Hay tres opciones: Detener a la policía, convencer a Carmen de que llame y diga que fue una equivocación o… Hacer que Lucía cambie de opinión y no huya con el dinero.

Fernando: La primera opción es la más fácil, pero la más ilegal… (Pensativo) Debemos irnos ya…



Alejandro: ¡Yo quiero acompañar a Nataly! (Ellos dos se desconciertan) Aunque no entiendo de lo que hablan, quiero ir…

En ese momento, se empiezan a intercalar varias escenas. En la primera, se ve el auto de Ricardo, en el que van las tres empleadas acosando a Ricardo para que acelere. En la segunda escena, se ve el auto de Alejandro, éste conduce y a su lado se encuentra Nataly, con rostro de angustia. En la tercera y última escena, se ven dos autos de color negro. En uno de ellos van los guardias de Fernando y en el otro vehículo, van un guardia de Fernando conduciendo el auto y él está sentado en el lado de co-piloto. Fernando habla con uno de sus escoltas por el celular.



Fernando: Tomaremos un atajo. Ustedes ya saben lo que tienen que hacer. ¡Mucho cuidado!

Fernando cuelga. Se ve como el primer auto, se adelanta y cruza por una carretera, la misma en la que va el auto de policías. Uno de los hombres saca su cabeza por la ventanilla cuando se va acercando al auto policía. El tipo está cubierto con unos lentes y tiene puesto un sombrero oscuro. El hombre saca una pistola con silenciador y le dispara a la llanta del auto en el que van los policías. Con mucha agilidad, esconde la cabeza y el auto de los escoltas de Fernando se escabulle por una carretera de la izquierda, por la que circulan otros autos, por lo que es difícil adivinar qué auto le disparó al de los policías, sobre todo porque cambiaron la placa.

El vehículo de los policías se detiene por obvias razones, teniendo la llanta desinflada.

AEROPUERTO DE MIAMI

Lucía se encuentra en la recepción del aeropuerto, sosteniendo en mano el tiquete de avión que ya compró. Usando lentes oscuros, Lucía se acerca a la recepcionista y le muestra su nuevo celular.



Lucía: Este es un celular nuevo. Por favor ayúdeme a activar el roaming internacional.

Recepcionista: (le recibe el teléfono) Por favor espere. ¿A qué país viaja?

Lucía: Colombia…

La recepcionista asiente con la cabeza y Lucía mira para todos lados, cargando tan solo un bolso pequeño que compró.

Lucía: (pensando: Compraré ropa nueva en Colombia. Menos mal traje bastante dinero en efectivo, la tarjeta de crédito bien cargada y una gran cantidad de dinero depositada a mi cuenta bancaria.

Unos minutos más tarde, Lucía se encuentra sentada en la sala de espera. La mujer sostiene su celular en la mano y empieza a digitar un número. Por otro lado, en la planta de abajo, ya que el aeropuerto tiene dos pisos, se encuentran Ricardo, Carmen, Paty y Antonia caminando por la recepción.



Paty: ¿Dónde estará esa boluda?

Ricardo: Entonces están buscando a Lucía… Seguro está en la sala de espera, arriba…

Los cuatro empiezan a subir las escaleras eléctricas. De repente, el celular de Carmen comienza a sonar.

Antonia: Te está sonando el celular, Carmen (ella no lo quiere contestar). ¡Te está sonando!

Carmen: ¡Ya escuché! ¿Quién será? (Saca su celular) En un momento como estos no quiero contestar… (Contesta)



Lucía: (en el otro lado de la línea) ¡Carmen, soy yo!

Carmen se sorprende. Paty y Antonia se desconciertan, mientras que Ricardo observa todo el aeropuerto.

Carmen (nerviosa): ¿Dónde estás?

Lucía: ¿Qué es peor, Carmen? ¿Un traidor o un ladrón?

Carmen (enojada): ¡Por supuesto que es peor el ladrón! ¡No te marches!

Lucía: Los traidores son peores… (Después de una pausa) Fue la traición lo que me convirtió en una ladrona (seria).

Carmen: Nosotros no te traicionamos (mintiendo). Te íbamos a dar una sorpresa…

Lucía: (ríe) ¿Sorpresa? (Se empieza a levantar de la silla)

No muy lejos, en la planta baja, Nataly y Alejandro se acercan también a las escaleras eléctricas. Ricardo, Carmen, Paty y Antonia ya van llegando arriba.



Alejandro: ¿No es ese Ricardo? ¿Es a él y a tus amigas los que buscas, verdad?

Nataly: ¡Sí, a ellos! ¡Vamos rápido!

Nataly y Alejandro también empiezan a subir las escaleras eléctricas. Fernando también camina por la recepción, siendo respaldado por cuatro escoltas. Lucía continúa hablando con Carmen. La mujer está a punto de entrar a la puerta de embarque.

Lucía: Confiaba en ustedes como mis hermanas… Aunque no son malas personas, se dejaron llevar por el dinero (suspira). A pesar de haberme traicionado, no hicieron nada más, ¿verdad?



Carmen: ¡Ey! (Gritando fuertemente)

Carmen acaba de colgar el teléfono. Lucía voltea hacia atrás y ve a las cuatro empleadas, Nataly, Carmen, Paty y Antonia. Lucía ingresa por un espacio pequeño, siendo ayudada por un vigilante. Las empleadas tratan de pasar pero son impedidas por el mismo vigilante, pues Lucía ya pasó el filtro de seguridad, pero aún no termina de pasar por la puerta de embarque.

Carmen: ¡Regrésanos nuestro dinero, ladroncilla! ¡Acércate!

Lucía se queda mirando a Carmen de manera seria. No muy lejos, están Alejandro y Ricardo platicando.



Ricardo: ¡Ah! Esas empleadas están locas. Hablan de traición, de robo…

Alejandro: ¿Viniste para encontrarte con Nataly?

Ricardo (extrañado): ¡Claro que no! Antonia me pidió el favor de que las llevara a ella y a las otras dos.

Alejandro: (mirándolo sospechoso) Mmm… Está bien (mirando de lejos a las empleadas). ¿Qué estarán haciendo?

Cerca de allí, Lucía iba a terminar de pasar la dichosa puerta de embarque, pero Carmen le grita.



Carmen: ¡No te vayas, por favor, Lucy!

Lucía (seria): En cuanto suba al avión y llegue a Colombia, me gastaré todo el dinero que causó esta traición. Ustedes me hicieron a un lado, especialmente Carmen.

Carmen (finge sorpresa): ¿Qué? ¿Cómo que yo? ¡Todas participamos! (Las demás miran a Carmen sorprendidas)

Lucía: Eres la más ambiciosa, Carmen… No olvides lo que hacías de niña, robarle a tu propia ma…

Carmen: ¡Calla! Mejor ven aquí y no huyas con el dinero, por favor (haciendo una pataleta)

Lucía: Este dinero me causó mucho dolor… Es un dinero podrido, porque forma parte de una traición, del sufrimiento y ahora… Del robo (trata de irse).

Carmen: (deteniéndola triste) ¡Me equivoqué! Por favor perdóname. Me dejé llevar por la codicia…

FLASHBACK
BODEGA





Carmen: También podemos dividirlo en cinco millones para ti y cinco para mí. Sólo nosotras dos (Nataly se sorprende). Te puedo estar pareciendo malvada, pero lo digo para beneficio de las dos.

Nataly: No sería correcto hacer eso. Paty, Lucía y Antonia también merecen...

Carmen: ¿Cinco millones de dólares o sólo dos?

Nataly no sabe qué responderle a Carmen. Ésta se queda muy seria.

FIN DEL FLASHBACK

FLASHBACK
VECINDARIO STREET WINKLENT
CASA MORALES
CUARTO DE NATALY





Paty: Boludas, ¿por qué no llamamos a Lucía? Ella también debe estar presente…

Carmen: ¿Y qué tal si dividimos el dinero sólo entre nosotras cuatro? Ya que ella no está presente. (Todas se sorprenden)

Paty: ¿Deberíamos hacer eso? Pero… (Después de una pausa) Che, pensándolo bien, creo que sería lo mejor, ¿no creen?

Antonia: No es una mala idea, aunque un poco injusto… ¿Qué opinas tú, Nataly?

Nataly se sorprende por la decisión que están empezando a tomar sus amigas. La muchacha se queda sin habla y sin saber qué respuesta darles a las tres empleadas.

FIN DEL FLASHBACK

FLASHBACK
VECINDARIO STREET WINKLENT
CASA MORALES
CUARTO DE NATALY





Nataly: La dejaré entrar y le diremos todo. Deja tu codicia a un lado, Carmen.

Carmen: (soltándole una leve bofetada) No puedes hacer nada en lo que nosotras tres no estemos de acuerdo (Antonia se sorprende). Esta vez no cambiarás de opinión como antes, o morirás en mis manos.

Lo último dicho por Carmen, fue en modo de amenaza exagerada, aunque Nataly se queda completamente espantada.

FIN DEL FLASHBACK

Carmen: Cometí un grave error, nos equivocamos… Por favor no te marches y compartamos el dinero de manera correcta.

Lucía: Hagan de cuenta que sufrieron un castigo por ambiciosas…

Nataly: No tenemos derecho a reclamar nada, Lucía. Debes quedarte con el dinero (Carmen se sorprende) Pero por favor, no te vayas del país de esa manera. ¿Podrá estar tu corazón en paz?

Carmen: ¡No lo estará! (Negando con la cabeza)

Lucía se termina de voltear y pasa la puerta de embarque finalmente.

Carmen: ¡Lucía! ¡Regresa mujer! ¡Lucía!

Todas las empleadas: ¡Lucía!

Pero Lucía no las escucha y se va. Carmen hace una pataleta y comienza a llorar de manera cómica. Unos minutos más tarde, ya Lucía se encuentra en uno de los asientos del avión, llorando levemente y al mismo tiempo, limpiándose con un pañuelo. La mujer mira distraída por la ventana y siente que alguien se sienta a su lado. Lucía mira y ve a Fernando, sorprendiéndose.



Fernando: (tomándola de la mano) No te vayas, Lucía, por favor… Quédate en mi casa.

Lucía se sorprende ante la propuesta de Fernando.

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